Por: Luz Enid Díaz Torres
Que sigue siendo el romántico de la salsa
La noche del sábado 23 de noviembre ante casa llena en el Coca Cola Music Hall, el legendario salsero Tony Vega regresó a los escenarios de Puerto Rico tras cinco años de ausencia. Conquistando a los asistentes con su inconfundible estilo romántico, en el que entregó una velada inolvidable como parte de su concierto “Aparentemente Tour”.
El espectáculo inició pasadas las nueve y veinte de la noche con el tema “Dame tiempo”, seguido de los clásicos como “Esa mujer” y “Dile”. Acompañado por trece músicos y un ensamble de cuerdas, el cantante brilló con su dominio escénico y carisma.
Uno de los momentos más emotivos de la velada fue la interpretación de “Carita de Sol” junto a su hija Ashley Nicole Vega, quien ya tiene 26 años de edad, acompañada de un conmovedor video de su infancia. Además, el público disfrutó de sorpresas como la participación del cantante Jota Ruiz con el que interpretó “Si Tú Entendieras” y del reconocido trompetista Luis “Perico” Ortiz en otros temas musicales que el artista incluyó en el repertorio de una veintena de sus exitosas canciones.
Tony Vega - Foto por: Teresa Orriola
A lo largo del espectáculo, Tony demostró su gran calibre como intérprete que le ha caracterizado como ícono en su trayectoria por los diferentes escenarios en los que se ha presentado en su fructífera carrera musical de treinta años.
El salsero celebró con los presentes el inicio de la época navideña con una comparsa de pleneros, bien al estilo boricua y bajando del escenario para confundirse junto a su público.
El concierto culminó con su inigualable tema “Aparentemente”, con el que Vega reafirmó por qué sigue siendo una figura emblemática dentro del género de la salsa, dejando claro que su legado permanece intacto. Y con el que agradeció a sus fanáticos que le ovacionaron en la exitosa presentación de dos horas de duración.
Tony Vega continuará con su gira “Aparentemente Tour” por múltiples ciudades de Estados Unidos y Latinoamérica.
Este evento fue una producción de Osvaldo Rocafort para Lana Productions.
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