Recordando la última promesa que les hizo alguien muy especial

Espérenme. Algo increíble va a pasar

Imagina a un grupo de amigos reunidos, recordando la última promesa que les hizo alguien muy especial:
“Espérenme. Algo increíble va a pasar.”

Ellos no sabían bien qué esperar, pero confiaron. Y de repente, todo cambió. El lugar se llenó de un viento fuerte, algo que no podían ver, pero sí sentir. Era Dios cumpliendo su promesa.

Ese momento se llama Pentecostés. Fue cuando Dios nos regaló algo que no podíamos conseguir por nosotros mismos: su propio Espíritu viviendo en nosotros. No fue porque fuéramos perfectos. No fue porque lo mereciéramos. Fue porque Jesús, después de dar su vida por nosotros, quería que nunca estuviéramos solos.

A través de Jesús, recibimos dos regalos: la salvación —ser perdonados y adoptados como hijos de Dios— y el Espíritu Santo, que nos ayuda a vivir cada día con propósito y fuerza.

Nuestra misión ahora es sencilla pero poderosa: vivir amando, sirviendo y mostrando quién es Jesús a otros. No por obligación, sino porque entendimos cuánto Él nos amó primero.

Dios camina contigo todos los días.

Versículos de apoyo
• Hechos 2:1-4 – El día que el Espíritu Santo vino a los creyentes.
• Juan 14:16-17 – Jesús prometió que no estaríamos solos.
• Hechos 1:8 – Dios nos da poder para ser sus testigos.
• Efesios 2:8-9 – La salvación es un regalo, no algo que ganamos.

Be the first to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.


*