
Señor, al cerrar este día, reconozco que mi corazón es tu templo. Antes de dormir, me acerco a Ti para pedirte perdón por todo pecado que hoy haya cometido, sea consciente o inconsciente. Limpia mi interior, renueva mis pensamientos y guarda mi vida.
Que mis últimos pensamientos sean de gratitud, porque Tú eres mi paz y mi refugio. Entrego mis cargas, confío en tu cuidado, y descanso sabiendo que me guardas. Apago las voces del mundo para escuchar tu paz.
Verso para recitar
“En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.” (Salmo 4:8)