
Sobre el Corredor Ecológico del Noreste
Ante expresiones públicas recientes relacionadas al Corredor Ecológico del Noreste, la Asociación de Constructores de Puerto Rico (ACPR) aclaró que algunos comentarios difundidos en foros de opinión han sido sacados de contexto y no reflejan lo discutido en su convención anual.
“El desarrollo planificado que defendemos busca siempre la armonía entre la obra y la naturaleza. Las sociedades más avanzadas del mundo han demostrado que el crecimiento económico y la protección ambiental pueden ir de la mano, y aspiramos a replicar ese mismo balance en nuestra isla”, expresó Agustín Rojo Montilla, presidente de la ACPR.
El líder de los constructores afirmó que la ACPR no ha sostenido conversaciones con la Legislatura sobre el Corredor Ecológico del Noreste. Sin embargo, reconoció como válido que el Presidente de la Cámara fomente una discusión sobre el objetivo original de la ley y la manera restrictiva en que se ha implementado, al punto de limitar reparaciones en estructuras existentes previo a la creación del Corredor. También resaltó la doble vara que, a uno de los autores de esta legislación, se le pretenda censurar y no reconocérsele facultad de reexaminar lo legislado”, añadió.
En ese sentido, Rojo Montilla subrayó que los comentarios del Presidente cameral deben entenderse en su contexto: una invitación a revisar la manera restrictiva en que se han aplicado leyes aprobadas en el pasado y cómo las interpretaciones viciadas que le han dado en la implementación de esas leyes han impactado el desarrollo económico y social del país.
“Como representantes del sector formal de la construcción, reconocemos la validez de abrir un diálogo sobre políticas públicas que hoy día se traducen en altos costos de construcción, altos costos de vivienda, en deficiencias de planificación y en estructuras abandonadas. No podemos seguir fomentando malas decisiones que nos afectan a todos, tanto a quienes residen en Puerto Rico como a quienes desean regresar”, puntualizó.
El presidente de la ACPR insistió en la importancia de evaluar los proyectos en sus méritos, de forma sensible y basada en evidencia. “Muchas veces se asumen posturas extremas que, en nombre de la protección ambiental, frenan el desarrollo responsable y por lo tanto no aportan tampoco a mejorar nuestro entorno y ambiente. Es fundamental que la discusión pública se nutra de información confiable y de un análisis balanceado, y no solo de narrativas emocionales o ideológicas que responden a otros intereses”, señaló.
Finalmente, la ACPR hizo un llamado a mantener la conversación en un marco constructivo, apoyado en datos y contexto. “El desarrollo planificado no está reñido con la protección ambiental; al contrario, constituye una alternativa mucho más amigable para el ambiente que la construcción informal que surge cuando se limita la producción formal. Nuestro compromiso es con un Puerto Rico que logre atender sus necesidades de vivienda e infraestructura de manera sostenible y responsable”, concluyó Rojo Montilla.