
Los recién concluidos Juegos Nacionales de Special Olympics Puerto Rico nos ofrecieron, una vez más, la oportunidad de ver el talento de nuestros atletas en sus disciplinas deportivas y disfrutar momentos emocionantes e inolvidables. Durante estas dos semanas fuimos testigos de la valentía, entrega y espíritu deportivo de todos, honrando cabalmente su juramento como atleta: “Quiero ganar, pero si no puedo ganar quiero ser valiente en el intento”. Al Municipio de Caguas y a todos los que de una manera u otra fueron parte de este gran evento nuestro más sincero agradecimiento, por creer en el poder de la inclusión. Desde ya, miramos con ilusión y alegría la Primera Copa Mundial de Baloncesto 3 x 3 Unificado, a celebrarse en diciembre en el Distrito T-Mobile y nuestros Juegos Nacionales 2026 en la Ciudad Señorial de Ponce, clasificatorios para los Juegos Mundiales en Santiago de Chile en 2027.
El sentimiento de emoción y orgullo que sentimos y vivimos durante los Juegos no debe limitarse a los días de competencias, ni a los momentos en que las cámaras capturan sus hazañas. Debe ser lo ordinario, no lo extraordinario. Debe ser norma, no la excepción. El respeto, el apoyo y empatía hacia las personas con discapacidad intelectual debe ser una parte constante de nuestra vida cotidiana: no termina cuando se apagan las luces de la cancha o la piscina.
Hagamos de este espíritu de inclusión la forma en que percibimos y tratamos a todas las personas, en cualquier espacio y en cualquier momento. Que esa llama quede encendida para que nos impulse para seguir luchando por una sociedad más justa, más inclusiva y más humana. Unámonos para echar hacia adelante la Revolución de la Inclusión: una declaración de acción contra la indiferencia, contra la desigualdad, contra el olvido de tantos talentos, sueños y vidas que han sido marginadas simplemente por ser “diferentes”.
Esta revolución es de todos. Nos necesita a todos. A cada uno desde su trinchera ayudando a llevar el mensaje de que la empatía y la inclusión se deben vivir todos los días.
Abramos nuestras mentes y corazones. Construyamos un Puerto Rico donde cada persona, con o sin discapacidad, tenga las mismas oportunidades para soñar, para crecer y para ser valorada por lo que es. A los atletas de Special Olympics Puerto Rico ¡GRACIAS! por todo lo que nos enseñan. Son nuestro Orgullo Especial.
Con emoción y esperanza,
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