San Juan, PR – Con el propósito de estudiar los factores ambientales del asma y los patrones de utilización de servicios médicos de esta condición en Puerto Rico, el Dr. Benjamín Bolaños, Catedrático Asociado del Departamento de Microbiología del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico participó de una histórica investigación en la que, por primera vez, se prueba científicamente la relación directa entre la calidad del aire y el asma. El estudio acaba de ser publicado en el Journal of Asthma, y es el resultado de un esfuerzo colaborativo entre el Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos, el Departamento de Salud de Puerto Rico y el RCM.
“Este estudio es importante porque evidencia que el aumento en niveles de esporas de hongos y PM10 (polvo del Sahara) se asocia con aumentos en la utilización de servicios médicos por asma. Así también, demuestra la necesidad de implementar una mayor planificación en intervenciones educativas para concientizar sobre el efecto de la exposición a las esporas y el polvo del Sahara como desencadenantes del asma”, indicó el Dr. Benjamín Bolaños, director de la Estación de San Juan de la Academia Americana de Alergia Asma e Inmunología (AAAAI por sus siglas en inglés) ubicada en el Departamento de Microbiología del RCM. Esta estación ha estado reportando diariamente los niveles de esporas de hongos y pólenes desde su fundación en mayo del 2005.
Cabe destacar que el estudio expone la necesidad de enfocar el mensaje de salud pública e intervenciones a poblaciones con alta utilización de servicios médicos por asma en Puerto Rico. De igual manera, recomienda la promoción de materiales educativos en las escuelas, la visita a comunidades y educar a la ciudadanía sobre los efectos de la exposición a los alérgenos y el manejo del asma.
“Los hallazgos de la investigación demuestran la necesidad de educar a la población sobre el inicio de la temporada de esporas en el mes de septiembre y qué medidas podemos tomar para evitar el descontrol del asma en la población puertorriqueña. De esta manera, se lograría minimizar la exposión a las mismas especialmente en personas con alta utilización de servicios médicos por asma, promoviendo el control del asma en ambientes clínicos y en la población en general”, sostuvo el investigador.