El gobierno de Puerto Rico cuenta una vez más, con el aval del gobierno federal, con el conocimiento y capacidad de las entidades sin fines de lucro, de base de fe y líderes comunitarios para llegar a la población general, tanto a la que ha sido servida con ayuda del estado como consecuencia de sus necesidades diarias, como a quienes, como resultado de tiempos de emergencia, requieren del recibo de alimentos a los que no tienen el mismo acceso que en otras circunstancias.
Como parte del plan de emergencia, son estas entidades las llamadas a fortalecer la cadena de distribución de alimentos, como han hecho.
La apertura de los comedores escolares, en esta etapa del manejo de esta emergencia, no es la mejor alternativa para llegar a quien presente necesidad alimentaria. Por eso, con el aval de las agencias pertinentes, se autorizó la donación de inventario disponible a las instituciones que lo podían hacer llegar a los más necesitados.
En cuanto a los alcaldes y alcaldesas que se unen al reclamo de quienes piden abrir los comedores escolares, muchos de estos conocen las instituciones que brindan esta ayuda en sus municipios y las necesidades de la gente a la que sirven en diferentes sectores y comunidades.
Además, no hay duda de que pueden utilizar los $100 millones repartidos entre los municipios para atender necesidades de sus conciudadanos a raíz de la emergencia. No obstante, además de conversar sobre este particular con el presidente de la Federación de Alcaldes en comunicación telefónica, en la tarde de hoy ha surgido el compromiso de visibilizar a los directivos municipales de sus oficinas de Manejo de Emergencia, quienes ya pertenecen al Centro de Operaciones de Emergencia, en el proceso de distribución de alimentos por parte de las entidades comunitarias y de base fe a los más necesitados.
Hay que señalar que cuando se ha pedido se atienda un sector o una comunidad, la misma ha sido servida, bien por las entidades comunitarias afiliadas a Oficina para el Desarrollo Socioeconómico y Comunitario de Puerto Rico (ODSEC), las organizaciones sin fines de lucro que forman parte de Manejo de Emergencias a nivel estatal, y agencias estatales que brindan ayuda directa, como lo es el Departamento de la Familia.
Mantener a nuestra gente segura y evitar el contagio de los más vulnerables es el norte de toda iniciativa establecida y decisión tomada durante esta novel emergencia causada por una pandemia.
Las entidades encargadas de repartición de alimentos calientes, de compras y/o comida para un tiempo razonable, lo hacen luego de un cernimiento adecuado de las necesidades de cada sector o persona servida. Esto incluye a nuestros adultos mayores y a nuestros niños de edad escolar.
Esta no es una emergencia como otras. Sin embargo, somos el mismo Puerto Rico que se levantó luego de María y que se ha ido recuperando del impacto de los terremotos en el sur y suroeste de la Isla. Siempre tendremos, individual y colectivamente, una mano amiga para quien lo necesita. Estamos convencidos de que las entidades comunitarias, las de base de fe y las instituciones sin fines de lucro que han recibido y continuarán distribuyendo alimentos, expandirán su base de servicio dentro de las áreas que sirven, para llevar comida, aliento y seguridad, de manera adecuada y ordenada, a quienes así lo necesitan. Todo lo anterior, evitando un contagio que afecte el oportuno regreso a nuestra vida cotidiana.