Expresiones del Gobernador Pedro Pierluisi en respuesta a mensaje de presidente del Senado de Puerto Rico.
“En su mensaje, el presidente del Senado José Luis Dalmau, acepta que el resultado en el que casi el 53% de nuestro pueblo votó a favor de la Estadidad fue válido y merece una respuesta del Congreso. Debe recordar también que en el 2012, en otro claro resultado, más del 54% de nuestro pueblo rechazó el estatus actual que mantiene a Puerto Rico en una desigualdad insostenible.
Igual que la elección de cada uno de nosotros, incluyendo la del senador Dalmau, el resultado de la consulta de estatus fue legítima y tiene como consecuencia que ostentemos posiciones públicas durante este cuatrienio. Asimismo, el voto por la Estadidad tiene como consecuencia establecer inequívocamente que la voluntad del pueblo de Puerto Rico es que logremos la Estadidad.
Por lo tanto, toda acción para hacer valer esa voluntad del pueblo es por definición un fin público para el cual el gobierno tiene el derecho, y la obligación, de utilizar todos sus recursos para viabilizarla. Decir que no hay un fin público para utilizar fondos públicos para abogar porque el Congreso le responda al reclamo de nuestro pueblo en esos plebiscitos es absurdo y antidemocrático.
No deja de sorprender que el presidente del Senado piense que Puerto Rico debe conformarse con una representante, por efectiva y trabajadora que es, pero sin voto y solo presente en uno de los cuerpos del Congreso, para abogar por todos los residentes de nuestra Isla. Por eso, es que necesitamos esas seis personas adicionales que aboguen por la igualdad de cada ciudadano y ciudadana americana en Puerto Rico. Y no hay requerimiento alguno de que un territorio tenga que ser territorio incorporado antes de ser estado, y nosotros los que queremos la igualdad, la queremos completa, no a medias.
Estoy de acuerdo en que la bola está en la cancha del Congreso, pero le recuerdo al senador, que aún si se tardara más tiempo en contestar, la voluntad de nuestro pueblo no tiene fecha de expiración. Decir que va a ignorar el deseo de igualdad de nuestro pueblo es una falta de respeto a cada puertorriqueño y puertorriqueña que se expresó en las elecciones del pasado noviembre. Le recuerdo también que el rechazo al plebiscito de estatus de parte del Departamento de Justicia solo se retrae al uso de fondos federales para la consulta. De ninguna manera, el Departamento de Justicia ni el Congreso pueden limitar la expresión democrática de un pueblo, en particular de sus ciudadanos americanos.
Por otro lado, volver a traer el cuco de los impuestos como razón para rechazar la Estadidad, es nuevamente traer argumentos del pasado para contestar asuntos del presente y del futuro. Todos los estados de Estados Unidos mejoraron sus economías luego de convertirse en estados, y Puerto Rico no será la excepción. La cantidad de fondos federales adicionales que recibirá la Isla permitirá la reducción de sus tasas contributivas durante el periodo de transición hacia la Estadidad para que nuestros individuos y corporaciones no reciban un impacto negativo, y por el contrario, la mayoría de nuestra gente, en particular la fuerza trabajadora, se beneficiará grandemente.
Es hora de dejar de obstaculizar la estadidad única y exclusivamente por las contribuciones federales que eventualmente tendrían que pagar los contribuyentes acaudalados y las corporaciones que hacen negocios en la isla. No hay nada que impida al Congreso aplicar gradualmente esas contribuciones mientras le da a todos los residentes de Puerto Rico el trato igual que se merecen en los programas del gobierno federal.
¿Con qué cara se reclama trato igual en programas federales como el Medicaid, el Seguro de Ingresos Suplementarios, la asistencia nutricional y los créditos contributivos federales, y a la vez se reniega el derecho de nuestro pueblo a votar por el Presidente y tener representación con voto en el Congreso de Estados Unidos? ¿Con qué cara se le dice a Estados Unidos que Puerto Rico es una nación latinoamericana y se le pide que nos dé el mismo trato que a los estados en sus programas socioeconómicos?
¡Basta ya de tanta hipocresía o busconería!
Para colmo de males, el senador utiliza los planes fiscales y las imposiciones de la Junta de Supervisión Fiscal de excusa, cuando todos sabemos que como estado, lo primero que se va es la Junta.
Si nos respetamos a nosotros mismos, vamos a aceptar de una vez y por todas que Puerto Rico tiene dos caminos ante sí: el camino de la igualdad como un estado de Estados Unidos y el camino de la soberanía como una nación independiente de Estados Unidos. Y no hay quien pueda cuestionar que nuestro pueblo prefiere unirse en vez de separarse de Estados Unidos.
Concuerdo con el senador Dalmau de que un cambio de estatus en un asunto muy serio, y más allá que eso, la expresión democrática de un pueblo va por encima de todo en nuestro sistema republicano de gobierno. Por lo tanto, toda acción legislativa que vaya dirigida a ignorar la voluntad de nuestra gente será rechazada de plano por este servidor y debe ser rechazada por todos”.