Por Lic. Nellie Torres de Carella, patóloga del habla y lenguaje Directora, Instituto Fonemi de Puerto Rico
San Juan, Puerto Rico – El “voceteo” es la competencia entre quiénes tienen vehículos con equipo de sonido que producen sonidos con mayor volumen. Aunque varios municipios han prohibido la práctica, aquellos que lo practican continúan invirtiendo miles de dólares en bocinas sofisticadas que añaden a sus vehículos, e indican que tal práctica es como un deporte.
Los sonidos a altos volúmenes resultan en la contaminación por el ruido. Aparte de lo molesto que puede resultar la música a altos niveles o decibeles, la unidad que se utiliza para medir la intensidad del sonido, en adición al contenido o la lírica de las canciones, no se está alertando a la ciudadanía y aquellos que lo practican, sobre el riesgo de pérdida auditiva permanente.
La pérdida de este sentido tan importante representa una inminente realidad a la que se están arriesgando estas personas y quienes son expuestos a esta práctica, sobre todo los niños.
La exposición a este ruido alto constante puede causar un daño irreparable en el oído y es importante que los protejamos cuando nos exponemos a altos decibeles de sonidos. Hay profesiones u oficios en los que las personas deben proteger sus oídos con auriculares para evitar perder audición, como los controladores de tráfico en el aeropuerto, los cortadores de grama o cualquier oficio en donde ejercer el mismo produce ruido constante a niveles altos. Incluso, escuchar diariamente música con audífonos en un volumen alto también puede afectar la audición.
Puede ser que la pérdida auditiva no sea evidente de inmediato, sino que comencemos a perder audición gradualmente. Sin lugar a duda, eventualmente los indicadores serán evidentes.
Algunos indicadores de pérdida de audición son los siguientes:
- Dificultad para comprender lo que se le dice. Escuchan como si le estuvieran murmurando o susurrando el mensaje.
- Dificultad para oír la voz de niños y mujeres.
- Dificultad para entender en el salón de clases o en reuniones.
- Dificultad significativa para comprender los que otros hablan en actividades sociales que se lleven a cabo en lugares ruidosos, como en restaurantes o en una fiesta.
- Tendencia a subir el volumen del televisor sobre el volumen en que lo escucha la familia.
- Tendencia a hablar en un volumen alto. Frecuentemente le dicen que baje la voz.
- Presencia de ruidos o zumbidos en los oídos conocido como tinnitus. Estos ruidos son comunes cuando hay pérdida auditiva causada por exposición prolongada a ruidos altos en volumen.
¿Cuántos decibeles son dañinos?
Una exposición por un tiempo prolongado superior a 85 decibeles coloca a la persona en riesgo de pérdida auditiva. A modo de comparación, a continuación, algunas actividades del quehacer humano y la generación de volumen en decibeles:
- Conversación normal- 60
- Conversación a nivel alto, gritería-70
- Maquinaria de fábrica -90
- Banda de música Rock -100
- Avión en despegue -150
- “Boceteo”- el ganador de una competencia llegó a 167 decibeles
¿Qué riesgo presenta el “voceteo”?
El oído tiene su sistema de protección, así que un ruido de 120 decibeles causará dolor como aviso de protección para evitar la pérdida irreparable. La problemática del “voceteo” va más allá de que se considere o no ser un estorbo público por el ruido y la lírica. Es un riesgo para la salud auditiva de quienes lo practican.
Exponer sus sistemas auditivos a altos decibeles de sonido por pura recreación con el riesgo de sufrir una pérdida auditiva permanente, afectará desde la ejecución escolar en los niños, hasta la calidad laboral y social. Lo que corresponde es orientar, alertar, informar y evitar que siga propagándose la práctica con las leyes o regulaciones que sean necesarias.
- La autora es patóloga del habla y lenguaje y directora del Instituto Fonemi de Puerto Rico. El Instituto Fonemi de Puerto Rico es una institución terapéutico-educativa que utiliza los programas, modalidades y técnicas de terapia más efectivas, como la terapia sensorial auditiva Tomatis, el programa Lindamood Bell, la terapia oral-motor, la terapia para apraxia del habla infantil, la de narrativa, para ayudar a niños y jóvenes con diversos desórdenes de desarrollo o diagnósticos a superar muchas de sus dificultades. Ha desarrollado un programa integrado e intensivo para niños con autismo, problemas de lectura y escritura, apraxia del habla infantil y para prescolares con implante coclear. También, se ofrecen los servicios de terapia ocupacional. Para información, llama al 787-774-1163 / 1164, o escribe al correo electrónico info@fonemipr.com.