CAGUAS, Puerto Rico – El Pabellón de la Fama del Deporte Cagüeño estará celebrando sus 30 años, este próximo sábado y uno de los reconocidos será el presidente de la Federación Puertorriqueña de Levantamiento de Pesas e Inmortal del Deporte Cagüeño, Andrés Vargas.
A continuación, una reseña del secretario del Pabellón, Luis Domenech sobre parte de la gesta deportiva de Vargas que el próximo domingo será incluido en el Salón de la Fama de la Federación Panamericana de Levantamiento de Pesas.
Andrés Vargas: Inmortal de la halterofilia Panamericana
Conocí a Andrés Vargas Castro en 1973 cuando formaba parte de una exclusiva camada de estudiantes-atletas del entonces Colegio Universitario de Cayey, hoy UPR-Cayey. Todos ellos lograron, con dedicación, talento y disciplina, darle gloria y prestigio deportivito a la institución al conquistar la codiciada Copa Global de la Liga Atlética Interuniversitaria en apenas su tercer año de participación en la Liga. Es decir, Cayey fue apenas la quinta institución universitaria en integrarse a la LAI (1971-72) y, sin embargo, logró conquistar, en apenas su tercer año de participación, la codiciada Copa durante el año académico 1973-74. Ello fue posible gracias, en gran medida, al talento, coraje y dedicación de sus estudiantes-atletas. De modo que, Cayey se convirtió en el primer y único recinto de nuevo ingreso en ganar tan prestigiosa distinción tradicionalmente reservada para los recintos con mayor matrícula y recursos de apoyo estudiantil. Desde entonces a esta fecha, ninguna otra institución de nuevo ingreso ha logrado emular la gesta histórica de Cayey.
Desde luego, Andrés pertenecía al equipo de halterofilia conformado predominantemente por pesistas altamente motivados y comprometidos con la causa deportiva de la institución. Sus triunfos fueron posibles gracias al sentido de ‘alma mater’, compromiso personal y disciplina colectiva de sus componentes. Cabe destacar que los levantadores de pesas siempre se han distinguido por su férrea disciplina y dedicación tanto dentro como fuera de los escenarios competitivos. Sin duda, esa cualidad existencial de los pesistas de Cayey sirvió de ejemplo para la modificación de la conducta de los demás atletas del recinto.
Por tanto, hemos evocado sus años universitarios porque representan, indiscutiblemente, el inicio de su dramática y fructífera trayectoria como “obrero de la halterofilia puertorriqueña”. Hace exactamente 48 años que nos conocimos y todavía es la hora en que nuestro distinguido compañero se mantiene en pie de lucha frente a la Federación Puertorriqueña de Halterofilia elevando la presencia, prestigio y protagonismo de tan venerado deporte tanto en Puerto Rico como internacionalmente. A todo ello, Andrés nunca ha cobrado tan siquiera un centavo por sus funciones como presidente de la Federación y delegado ante el Comité Olímpico de Puerto Rico. Prefirió, a cambio, crear una Cooperativa de Halterofilia para atender las necesidades de sus atletas participantes. Se trata de la primera y única cooperativa deportiva establecida en Puerto Rico.
Por su obra y méritos profesionales, Andrés fue exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Cagüeño en 1994 y actualmente forma parte de su Junta de Directores. Igualmente, ocupó la presidencia de la Federación Panamericana de Halterofilia a raíz de los XIV Juegos Panamericanos celebrados en la República Dominicana en el año 2003 así como también presidió el Comité Ejecutivo de la Federación Internacional adscrita al Comité Olímpico Internacional.
En resumen, Andrés ha jugado todas las bases en la halterofilia internacional: pesista, entrenador, delegado, árbitro y presidente federativo. Por todo ello, Andrés acaba de ser exaltado al Salón de los Inmortales de la Federación Panamericana de Halterofilia. !Enhorabuea!