Investigación de Abbott concluye que las nuevas tecnologías son claves para mejorar el cuidado de pacientes cardiovasculares
· De acuerdo con el reporte, el 72% de los pacientes desea una atención más personalizada.
· El 80% de los médicos y el 90% de los administradores de los hospitales están de acuerdo que los avances en el diagnóstico y en tecnologías del tratamiento han derivado en mejoras tangibles en el cuidado del paciente.
El 55% de los médicos en 9 países indican que la falta de tiempo para dedicar a cada paciente es uno de los retos más grandes a enfrentar para mejorar la experiencia y lograr mejores resultados clínicos.
San Juan, PR. – La Enfermedad Cardiovascular continúa siendo la principal causa de muertes a nivel mundial con alrededor de 18 millones de decesos al año[1]. En Puerto Rico, estas afecciones se encuentran entre las principales causas de muerte e información publicada por la revista Medicina y Salud Pública señala que Puerto Rico encabeza la lista con una alta incidencia en “diabetes, tabaquismo y sobrepeso”, las cuales influyen en el desarrollo de condiciones como hipertensión o niveles altos de colesterol, que pueden convertirse en posibles desencadenantes de enfermedades cardiovasculares[2]. En este contexto, se requieren de nuevas tecnologías para enfrentar estos padecimientos, ya que el 80% de los fallecimientos relacionados con la enfermedad cardiovascular (CVD) pueden evitarse.
De acuerdo con la investigación Beyond Intervention, dirigida por Abbott,la implementación de tecnologías puede proporcionar diagnósticos más precisos y tratamientos más eficientes para mejorar la situación actual de la salud vascular, así como modificar la percepción que tienen los médicos y pacientes de estas herramientas, así como la información que éstas brindan para el tratamiento de su salud.
“Esta investigación encontró cómo los médicos y los administradores de atención médica pueden mejorar la atención al paciente, así como comenzar a utilizar adecuadamente la información y la tecnología para permitir diagnósticos más precisos, implementar una toma de decisiones compartida y determinar mejores estrategias de tratamiento para garantizar los mejores resultados clínicos posibles para los pacientes”, señaló el Dr. Nick West, Director Médico y Vicepresidente Divisional de Asuntos Médicos para la División Vascular en Abbott.
Entre 2017 y 2018, existen datos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico que establecen que las muertes por eventos cardiovasculares en Puerto Rico fueron alrededor de 3,200[3]. Recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que, para el 2030, 23,6 millones de personas morirán por enfermedades cardiovasculares, por lo que se proyecta que seguirá siendo la primera causa de muerte en el mundo, afirmó el Dr. Edmundo Jordán, presidente. de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, en Medicina y Salud Publica.
Más de 1,400 médicos[4], administradores y pacientes alrededor del mundo participaron en la investigación de Beyond Intervention y ayudaron a revelar las deficiencias del cuidado del paciente cardiovascular e identificar nuevas formas de mitigar estas barreras.
“Estas innovaciones y soluciones emergentes se basan en las necesidades clínicas de los pacientes y se centran en reducir las brechas que existen en la atención vascular por medio del desarrollo y la implementación de tecnología. Al centrarse en la innovación y en la implementación de nuevas herramientas inteligentes como la monitorización remota y los enfoques mínimamente invasivos, los avances en la medicina mejoran la atención al paciente y trabajan para abordar muchos de los problemas identificados en la investigación”, indicó el Dr. Héctor Martínez, Director del Departamento de Cardiología en el Centro Médico Mayagüez.
El 72% de los pacientes solicita una atención médica personalizada, basada en una relación bidireccional médico-paciente, en la que el paciente tiene un rol activo dentro del plan de tratamiento personalizado y basado en datos; además, se busca un intercambio efectivo de información y con seguimiento remoto de la evolución del paciente; porque el 79% de los pacientes confían en la toma de decisiones de los médicos, pero creen que la tecnología puede ayudar a brindar una mejor atención.
También ha quedado claro que, en el proceso del tratamiento de la enfermedad cardiovascular, el 55% de los médicos tienen muy poco tiempo para dedicarlo a sus pacientes a lo largo del procedimiento y el 42% tiene poca información del seguimiento de la adherencia al tratamiento, contribuyendo a que las brechas en la atención se hagan más grandes. Por otra parte, el 80% de los doctores y administradores de hospital consideran que la tecnología y los datos son fundamentales para abordar los retos antes, durante y después del tratamiento.
“Los avances tecnológicos pueden ayudar a las corporaciones a seleccionar, priorizar y tratar pacientes en el momento con el tratamiento adecuado, por ende, a disminuir la carga en los pacientes, profesionales y sistemas de la salud”, concluye el Dr. Nick West.