Locura y denuncia en el Teatro

La pieza teatral María del Rosario de Carlos Canales será escenificada en el renovado Salón de los Espejos de la Universidad de Puerto Rico en Humacao. La obra, que ha sido estrenada en México, Perú,República Dominicana, Costa Rica, Argentina, E.E.U.U y varias veces en Puerto Rico, será dirigida por la teatrista Anamín Santiago este jueves 8 de diciembre, con funciones a las 5:00pm y 7:00pm.

(Humacao) La protagonista es recluida en un sanatorio. Un posible cuadro de esquizofrenia es la causa de la reclusión. Su pérdida de contacto con la realidad se manifiesta a través de tres hilos: las diversas religiones y el reclamo contra el maltrato. María del Rosario es hija de Dios y hermana de Cristo, Mesías, profeta, lectora de cartas del Tarot, compañera de Buda, es la Diosa Calix (hinduísmo) y una predicadora que ha sido marginada. A través del entramado religioso reclama contra los abusos de la medicina, de los centros psiquiátricos, del hostigamiento sexual a las recluidas y el uso desmesurado de terapias electroconvulsivas. Un tercer hilo que construye su perturbada cognición es la soledad; la ausencia de una comunidad que le socorro en su enfermedad le conduce al tabaquismo y al exceso de cafeína.

Para la directora el texto se inserta en los objetivos temáticos del Bachillerato en Estudios de Puerto Rico y el Caribe que ofrece el Departamento de Humanidades “Nosotros estudiamos el despliegue religioso en nuestro país y del Caribe como una manifestación cultural a través de varios cursos. He podido trabajar la experiencia religiosa en el curso Manifestaciones Culturales del Hombre Occidental II, gracias a mi maestría en Artes y Religión. Damos teoría de la religión. El homo religious es definido en comunidad. El aspecto relacional es fundamental para comprenderlo. Su intersubjetividad con la familia, con la naturaleza, dentro de sus asociaciones, le modifican y le fortalecen.  La experiencia religiosa es humana. Ignorarla sin análisis científico es darle la espalda a la vida”

El estudio de las prácticas religiosas, sobre todo las que resultan fundamentalistas devela las carencias materiales causadas por la desigualdad social que debemos combatir. Son estas carencias las que formulan un concepto de lo trascendente que lleva a la enajenación. “No pasa así con todas las prácticas espirituales, en la obra trabajaremos la línea religiosa que suple las carencias esperando milagros de forma pasiva sin construcción ni organización. En estas la marginación, la opresión patriarcal y la explotación se resuelven confiando en un más allá donde habrá paz sin transformar el presente.” -añade la dramaturga, quien deseaba trabajar desde hace mucho tiempo la obra de Carlos Canales que estrenará este jueves. “Carlos está muy claro en que no es la manifestación cultural que conocemos como religión la que lleva a la esquizofrenia, si no que la persona presenta un cuadro clínico que la desigualdad social y el fundamentalismo agravan sin remedio ante la falta de acceso a programas de salud adecuados.”

El montaje

El recinto de Humacao cuenta con un salón de clases que posee un escenario. Es utilizado para todas las necesidades performáticas de los cursos que allí se imparten. El Departamento de Humanidades ha decidido fortalecer su uso como laboratorio teatral. Con el apoyo práctico de la estudiante Nelisa Rodríguez, la profesora Santiago, la diseñadora Yeidee Violeta de la Torre y compañeros de Recursos Físicos se ha afinado como espacio de vanguardia y riesgo artístico. Aunque el elenco ha sido entrenado con la técnica de actuación realista propuesta por Constantin Stanislavsky, como pauta el Curso de Actuación 1, el concepto es alucinante y de ruptura con el realismo. El entendimiento moderno de la caracterización que ciñe un personaje a un actor se violenta al tener nueve actores actuando a María del Rosario en sus distintas alucinaciones, personalidades y fantasías. Parte del elenco lleva realizando teatro en el recinto los últimos años. Estos son: Patricia Morales, Luis M. Mendoza, Ariel Soler y Alejandro Méndez, a estos se unen Victoria Torres, Stacey Sustache, junto a Christopher Rodríguez, Kenia Melissa Calderón y Kenya Vázquez, quienes ya han pisado las tablas en los últimos meses.

El manicomio ha sido creado e iluminado por Anamín Santiago y la productora técnica Yeidee Violeta De la Torre, en su segunda colaboración con el recinto. La oscuridad del sanatorio será contrastada con el colorido clownesco del vestuario y pelucas diseñado por el estudiantado y su profesora. Esta oposición entre las tinieblas de la enfermedad mental y el colorido parten de lo propuesto por el autor, al proponer la Balada para un loco de Astor Piazzola como parte de la sonoridad de la historia. Un llamado a sensibilizarse con el paciente mental atraviesa la pieza musical. El saxofonista y profesor de filosofía en el Departamento de Humanidades, Dr. Joaquín Jiménez, estrecho colaborador del teatro del recinto, tendrá a cargo la ejecución de la melodía.

Se invita a toda la comunidad universitaria, familiares y personas en general a disfrutar la obra, que es libre de costo.