Catedrático del RUM recibe subvención de $200 mil de NIFA para crear un Centro de Datos de Seguridad Alimentaria e Investigación Agrícola
El doctor Julio César Hernández Correa, catedrático del Departamento de Economía Agrícola y Sociología Rural, del Colegio de Ciencias Agrícolas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), recibió una subvención de $200 mil del Instituto Nacional de Alimentos y Agricultura (NIFA), del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), con el fin de crear un Centro de Datos de Seguridad Alimentaria e Investigación Agrícola.
“Uno de los objetivos principales de esta propuesta es mejorar las estadísticas agrícolas de Puerto Rico. Aunque se llevan a cabo medidas para corregir su certeza, lo cierto es que la isla no tiene datos agrícolas agregados desde el 2015. Eso es un problema para radicar propuestas y tomar decisiones importantes aquí en nuestro país. Aspiramos rescatar y proteger los datos de las investigaciones agrícolas en Puerto Rico. En esta propuesta, uno de los componentes es tomar todos estos bancos de datos que se realizan, principalmente, en la Estación Experimental Agrícola (EEA) y ponerlos en un acervo público que esté disponible en línea y accesible para el que quiera estudiarlo”, explicó el economista.
La propuesta, que provee para la creación a la medida de una plataforma que recoja los mencionados datos, también cuenta con la colaboración de los doctores Rosa N. Chávez Jáuregui, Héctor Tavárez y Alexandra Gregory, como coinvestigadores.
“De enero a mayo vamos a estar en la parte de contratar a las compañías de programación. Se espera que cuando termine esa fase, y esté disponible la primera programación, empecemos la parte de recopilar los bancos de datos. De manera que tenemos dos fases que van corriendo paralelas: la contratación y empezar a recoger los datos de las distintas investigaciones de los compañeros”, detalló.
Agregó que las próximas fases comenzarán en el próximo año académico, en agosto 2023, en las que se enfocarían en los temas de la seguridad alimentaria y datos de producción agrícola.
“En Puerto Rico no se están publicando datos relacionados con la producción agrícola. Estamos diseñando un índice sobre la producción agrícola en la isla para identificar lo que está pasando, sin necesariamente tener esos datos de producción, sino usando otros indicadores de producción agrícola para tener una idea de qué es lo que está pasando con la producción agrícola en el país”, sostuvo.
Hernández Correa destacó la importancia de que esta propuesta abarque la seguridad alimentaria.
“Si uno observa lo que es la definición de seguridad alimentaria, uno de los componentes principales es disponibilidad física de alimentos. El segundo componente es tener acceso económico y físico a los alimentos, utilización de alimentos que es un poco más biológico y la estabilidad de sistemas de producción de alimentos. Entonces, la iniciativa atiende tres de esos cuatro campos que tiene la seguridad alimentaria. Este proyecto evalúa la parte de disponibilidad, acceso físico y de estabilidad de los sistemas. Principalmente, vamos a usar los datos de importación de alimentos en Puerto Rico, que están disponibles desde el 2002 y vamos a identificar qué factores afectan esa distribución de alimentos en Puerto Rico”, detalló.
Precisamente, darán una mirada específica a los principales alimentos que se consumen en Puerto Rico, entre ellos al arroz, uno de los principales alimentos de consumo en términos de importancia calórica.
“Queremos ver qué ha pasado con el precio de ese arroz. Hacer ese mapping para evaluar qué ha pasado con esos precios de los alimentos si han aumentado demasiado o poco. Hay un banco de datos que es riquísimo que lo recoge el External Praise de Estados Unidos de la Oficina del CENSO y lleva un registro al detalle de cuánto alimento entra en Puerto Rico en las distintas categorías. Entonces, nosotros vamos a usar ese banco de datos para ver lo qué es lo que está pasando, cuántas calorías entran, si esas calorías parean con las necesidades de la población que nosotros tenemos y, principalmente, si está llegando la suficiente comida, si hay problemas de interrupción en las importaciones de alimentos, como pasó con el huracán María”, expresó.
Agregó que la idea de este último componente de la propuesta se basa en una investigación que se publicó en en el 2017 en The Journal of Agriculture of the University of Puerto Rico titulada La aportación de la producción local y las importaciones de alimentos en la demanda calórica de Puerto Rico. Esta investigación calcula el total de calorías consumidas en Puerto Rico y la aportación de los principales 50 alimentos consumidos para el 2013. Hernández Correa realizó este estudio con la colaboración de los doctores Myrna Comas Pagán y Alwin Jiménez, así como de la economista agrícola Sandra Blas.