
(El Capitolio )- La presidenta del Banco de Desarrollo Económico (BDE), Lcda. Carmen A. Vega Fournier, apoyó el Proyecto de la Cámara 701, que pretende enmendar la ley que creó esta entidad financiera para ampliar sus facultades prestatarias y así entrar en negocios comerciales, tales como préstamos hipotecarios residenciales, de consumo, tarjetas de crédito y otros productos de financiamiento.
Su posición fue vertida en vista pública de la Comisión de Banca, Seguros y Comercio que preside el representante Jorge Navarro Suárez, en la que se evaluó la medida de Administración, la cual tienen como fin atender a las personas que no se les facilita el crédito en la banca comercial, como por ejemplo los jóvenes profesionales que buscan la oportunidad para obtener su primer hogar o experiencia crediticia.
Vega Fournier indicó, que luego de 40 años de servicio en el mercado de financiamiento comercial, “los tiempos cambian y con ello, se hace imperioso que el BDE también se transforme para que pueda ofrecerle otros tipos de financiamiento a sus clientes y potenciales clientes. Lo anterior con el norte de seguir fomentando el desarrollo económico de la isla”.
La también contadora pública autorizada puntualizó que, con esta enmienda, “se amplía la oferta a los ciudadanos, aportando mejores tasas de interés y productos que le sirvan para mejorar la economía. Ello permitiría a los emprendedores, jóvenes y otros, la oportunidad de tener su primera vivienda, su primera experiencia crediticia o la oportunidad de inversión de capital para su negocio”, lo que evita que tengan que abandonar el país en búsqueda de una mejor calidad de vida.
A preguntas del presidente de la comisión, representante Navarro Suárez, la funcionaria explicó que el objetivo de este proyecto “es atender a los clientes que no son servidos por la banca comercial”. Ofreció como ejemplo, la iniciativa de la gobernadora Jenniffer González Colón en ofrecer un incentivo económico a los estudiantes de nuevo ingreso a la universidad, del cual una parte de los fondos se utilizará para darles su primera experiencia crediticia.
“¿Qué queremos con esto? Con ello pretendemos que los estudiantes de 18 años empiecen a hacer su crédito para que, en dos, tres o cuatro años, cuando ellos quieran financiar su auto, ya tengan un historial crediticio; todo este adiestramiento para los jóvenes se lo va a dar el banco. Antes de tener la tarjeta deben tener esa orientación que yo voy a comenzar a ofrecer”, afirmó Vega Fournier.
A preguntas de las representantes Lisie Burgos Muñiz y Swanny Enit Vargas Laureano, la presidenta del BDE, informó que los intereses que ofrecerá para los préstamos hipotecarios serán de alrededor de un seis por ciento, mientras que para las tarjetas de crédito será de un 13.95 por ciento. Asimismo, señaló que las tasas serán fijas.
La deponente indicó que para los préstamos hipotecarios utilizarán unos 40 millones de dólares, de los fondos que tiene el BDE, mediante un plan piloto, por lo que quedaría un total de 249 millones para ofrecer el producto principal del banco que son los préstamos comerciales.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Bancos, Lcda. Zoimé Álvarez Rubio, rechazó esta iniciativa al señalar que “el efecto de esta medida propuesta pretende alejar al BDE peligrosamente de su rol fundamental como banco de desarrollo del país, pieza esencial en el sistema financiero y elemento necesario para sentar las bases hacia el crecimiento sostenido de la economía a largo plazo”.
Álvarez Rubio, insistió que “la misión principal del BDE debe continuar enfocada en dirigir sus recursos hacia sectores que normalmente no encuentran un acceso fácil al mercado financiero privado, tales como las pequeñas y medianas empresas, el sector agrícola y aquellos otros que de tiempo en tiempo se designen, de esta manera, el BDE fungirá como complemento y no competidor, del sector financiero privado”.
La principal oficial de esta organización indicó que “de la exposición de motivos del proyecto no se presenta data empírica que demuestre la necesidad de que el BDE amplíe el ofrecimiento de préstamos hipotecarios y de consumo en general, así como cualquier otro producto de financiamiento”, frase que calificó como “amplio y vago”.
La abogada opinó “que dicha institución no cuenta con la infraestructura jurídica, regulatoria ni operacional adecuada para llevar a cabo estas funciones dentro del marco de seguridad y solidez en el que operan las instituciones que ofrecen estos servicios y productos en el ámbito privado”.
A renglón seguido, explicó todas las regulaciones necesarias que debe tener el BDE para poder entrar el mercado de tarjetas de crédito, préstamos hipotecarios y de consumo, así como los riesgos que corren los fondos de esta institución en caso de incumplimiento de pago por los clientes.
Ante ello, la presidenta del BDE, Lcda. Vega Fournier enfatizó que desde asumió el cargo al frente del BDE se ha reunido tanto en el Congreso como con las marcas principales que trabajan las tarjetas de crédito a nivel internacional y Ricardo Álvarez, director ejecutivo de la Autoridad para el Financiamiento de la Vivienda (AFV), para tener la información de lo necesario y así incorporar los productos financieros descritos en el proyecto a los servicios que ofrece la institución.
Mientras, que el expresidente del BDE para los años 2002 al 2004 y actual presidente de Birling Capital Advisors, LLC, Francisco Rodríguez Castro, quien acompañó a Álvarez Rubio en su exposición, dijo que la aprobación de la medida representa “un riesgo sistémico que compromete la estabilidad financiera del BDE y del gobierno de Puerto Rico”.
Rodríguez Castro presentó ante la comisión un estudio realizado por su firma de consultoría, el cual señala que el “compromiso total para los programas de préstamos personales y tarjetas de crédito, así como los préstamos hipotecarios supera los $2,45,170 millones y con unas provisiones por pérdidas que sumarían $118,07 millones lo que totaliza unos $2,663,187 mil millones, equivalente al 20.48 por ciento del presupuesto consolidado del Gobierno de Puerto Rico”.
El analista financiero, trajo a discusión lo sucedido al Banco Gubernamental de Fomento (BGF), como ejemplo de “los riesgos de expandir funciones sin controles. San Juan perdió millones en depósitos municipales utilizados para amortizar deuda sin consentimiento, un patrón que se repitió en 78 municipios. Esta experiencia debe servir como advertencia; replicar ese modelo sin cambios estructurales sería un grave error estratégico”.
Ante estas expresiones, Vega Fournier manifestó que respetaba la misión de la Asociación “de proteger a su colectivo del sector privado y oponerse a este proyecto, para evitar competencia, ya que nuestro producto financiero contará con verdaderas ofertas para todas las clases sociales, en especial que tenemos intereses fijos y no variado como la banca privada”.
A su vez, planteó que después de 40 años desde la fundación del BDE “es momento de romper con los paradigmas que nos limitan. Si seguimos haciendo lo mismo, obtendremos los mismos resultados. Y eso, en el contexto económico actual, no es aceptable. En el BDE nuestra misión es clara, defender a los sectores más vulnerables, empoderar a nuestras comunidades y crear herramientas modernas de financiamiento que generen impacto real”.
Al final de la vista pública, el representante Navarro Suárez declaró que “aquí lo que se busca es ampliar las facultades para atender una clientela que está siendo desplazada por diferentes factores en la banca privada tanto jóvenes como otras poblaciones en aspectos que no atendía antes el BDE”.
Leave a Reply