
Por: Cindy Torres
San Juan — El escenario del teatro local se transformó anoche en un espacio íntimo y profundamente humano con la llegada de Casi Normales, versión en español del multipremiado musical de Broadway Next to Normal. Con la actuación magistral de Sara Jarque en el papel de Diana, abrió un capítulo histórico para el teatro musical en Puerto Rico.

La obra narra la historia de la familia Goodman, una familia que a simple vista luce “normal”, pero que guarda en su interior luchas invisibles marcadas por la enfermedad mental y la resiliencia cotidiana. Jarque brilló en una interpretación desgarradora de Diana, madre que enfrenta un trastorno bipolar, llevando al público en un viaje de altibajos emocionales con una autenticidad conmovedora. A su lado, Ernesto Encarnación encarnó a Dan, el esposo abnegado que sostiene a su familia aun a costa de su propio dolor, arrancando aplausos y silencios reflexivos en momentos claves.
El elenco joven aportó frescura y fuerza dramática: Yeidimar Ramos, como Natalie, transmitió con intensidad la fragilidad y rebeldía de una hija que lucha por no quedar opacada por la enfermedad de su madre. Jacnier, en el papel de Gabe, se adueñó de la escena con una presencia magnética que sorprendió al público con giros reveladores. Eric Yamil, como Henry, y René Monclova, en el rol del Doctor Madden, completaron un ensamble sólido y balanceado.
Bajo la dirección escénica de Miguel Rosa López y la dirección musical de Rubén J. Amador, la puesta en escena apostó por un diseño sobrio y simbólico que permitió que las emociones y la música fueran protagonistas. La iluminación y el vestuario, diseñados también por Rosa López y Alba Kerkadó respectivamente, reforzaron con sutileza la dualidad entre luz y sombra, fragilidad y esperanza.
Más allá de su valor artístico, “Casi Normales“ abrió un espacio de conversación urgente sobre la salud mental y su impacto en las familias. El público, visiblemente conmovido, respondió con ovaciones de pie, reconociendo no solo el talento del elenco, sino también la valentía de poner sobre las tablas un tema tan necesario.

Anoche no se trató simplemente de teatro musical. Fue un espejo de nuestras propias luchas, un recordatorio de que, aun en medio de la oscuridad, siempre existe una luz.
La producción por Tony Mojena Entertainment, la Relaciones Públicas a cargo de Sylvia de León.