(Trujillo Alto) – Ante la ola de criminalidad, también ha incrementado el número de adultos mayores que quieren aprender a manejar armas de fuego para defensa personal, lo cual dista mucho de tratar de volver a la ley del talión y al lejano oeste americano.
La afirmación de Ariel Torres Meléndez, presidente de la Corporación para la Defensa del Poseedor de Licencia de Armas de Puerto Rico, se confirma con el aumento de visitas diarias que está recibiendo en sus oficinas por parte de esta población, así como de las féminas, tanto madres solteras como mujeres casadas acompañadas de sus esposos.
“Estoy viendo una dinámica distinta. Antes, era usual ver a muchos hombres jóvenes solicitar la licencia de armas y someter su documentación para los trámites en la Policía de Puerto Rico, pero vimos como cada día se acercaban mujeres y ahora son los adultos mayores pidiendo orientación e iniciando los trámites para portación de armas y tristemente, los asesinatos recientes, cometidos vilmente contra la población mayor, confirma que la inseguridad es un tema fundamental que el gobierno debe atender de manera urgente, no poniendo parchos”, resumió Torres Meléndez.
Reflexionó que la sensación de inseguridad y el riesgo objetivo de victimización “nos paraliza. Dejamos los espacios públicos a merced de los criminales porque muchos adultos mayores han optado por encerrarse en sus hogares después que cae el sol por miedo al delito. Pero también vemos cómo otros adultos mayores han comenzado a abordar el problema con seriedad, en dignidad y quieren prevenir ser una estadística más. Rechazan esa falsa idea de que sólo el Estado puede protegerlos y entienden que como individuos pueden ser parte de la solución y no piensan sentarse a esperar la muerte. Eso está cambiando en Puerto Rico y los adultos que se acercan a CODEPOLA para orientarse son el mejor ejemplo”.
Torres Meléndez manifestó que siempre ha sido consistente con que el derecho a portar armas es uno de carácter individual que todos tenemos bajo la Segunda Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Sin embargo, también ha sido enfático en que “por el hecho de tener un arma no estás listo para usarla y matar. Tener un arma, con una licencia que te ampara, es para defender tu vida. Entonces, es responsabilidad de cada uno tener este conocimiento y desarrollar sus habilidades con armas de fuego practicando continuamente, pues toda libertad viene casada con una responsabilidad”.
Torres Meléndez lleva una cruzada cuestionando al gobierno sobre cuáles van a ser sus estrategias, en conjunto con el gobierno federal, para evitar el trasiego de armas ilegales por los muelles y aeropuertos. Igualmente, ante los recortes del presupuesto debido a la quiebra y los requerimientos de la Junta de Control Fiscal, vemos como cada día tenemos menos agentes del orden público en las calles protegiendo al ciudadano. “Aquí nadie le está echando la culpa a la policía, estoy diciendo que no dan abastos para trabajar con la alta incidencia criminal porque no están evitando la entrada ilegal de armas y drogas. Ahí está el verdadero problema”, apuntó.
Precisamente, muchos de los robos, ‘carjacking’ y asaltos domiciliarios son por motivos mezquinos, pero algunos para mantener el vicio de drogas.
Torres Meléndez insistió en que, mientras las personas concernientes no se “inventen” una solución a este problema, seguirán ocurriendo incidentes porque el delincuente sabe que hay una población vulnerable, ancianos, madres solteras jóvenes, profesionales, en fin, el delincuente tiene un menú de opciones para alimentar sus deseos de hacer daño.
“Creo que es el momento idóneo para preguntarnos. ¿Qué hago por mi seguridad y para preservar mi vida? ¿Espero a que se inventen una solución o me adiestro con un arma de fuego? Ahora muchos dirán “Ariel Torres quiere que todos se armen”. Entonces nos vemos obligados a preguntarnos: ¿qué instrumento debo tener igual que el delincuente para poder defenderme, una flor? Definitivamente un arma legal. Esa es la verdad y la realidad de nuestro Puerto Rico. Ponernos una banda en los ojos y no aceptar esta realidad es hacernos cómplices del problema”, advirtió Torres Meléndez.
El presidente de CODEPOLA dijo que estados como Texas han demostrado que, si todo el pueblo está armado, la incidencia criminal es mínima. “Eso no lo digo yo, lo dicen los números, las estadísticas. Mientras sigamos criminalizando el derecho fundamental a defendernos, seguiremos siendo víctimas, alimento para el delincuente y parte de las estadísticas de crimen en Puerto Rico. ¿Qué vas hacer? ¿Esperar que inventen lo imposible o responsablemente velar por tu seguridad?
Aunque consideramos muy pertinente armarse y entrenarse mediante la práctica continua en su polígono de preferencia, CODEPOLA también apoya las recomendaciones ofrecidas por la Fundación de Salud en el Envejecimiento, entidad oficial de la Sociedad Geriátrica Estadounidense, que incluyen mantener sus ventanas y puertas aseguradas todo el tiempo, que jamás permitan que un extraño entre a su casa si está solo y que rechacen cualquier presión para hacer una compra, firmar contratos, o hacer donaciones, la seguridad es una cuestión integral que abarca la prevención.
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Sobre CODEPOLA
La Corporación para la Defensa del Poseedor de Licencias de Armas de Puerto Rico (CODEPOLA) cuenta con una matrícula de sobre 30,000 socios y se dedica a defender al ciudadano que legítimamente tiene licencia de armas. El derecho lo ven como un privilegio y se hizo necesario tener un servicio legal con los abogados especializados en la Ley de Armas de Puerto Rico (Ley 168-2019) o cualquier ley prospectiva que se relacione con la tenencia legítima de armas de fuego. Para más información, pueden acceder a la página de Facebook @codepola, llamar al (787) 506-8311 o visitar cualquiera de nuestras oficinas en Trujillo Alto, Guayama o Mayagüez.