Statement
“La derrota del PC.1557 en el Senado representa un golpe para miles de anfitriones boricuas que buscaban cumplir responsablemente con regulaciones a nivel estatal, mientras generan el ingreso extra que necesitan ofreciendo sus espacios como alojamientos suplementales a corto plazo.
Es lamentable que en lugar de velar por los intereses de todos los boricuas y promover propuestas que contribuyan a fomentar el crecimiento del turismo puertorriqueño, grupos de interés especial prefirieron hundir un buen proyecto de ley porque no les garantizaba la amplia prohibición del sector de alojamientos suplementarios a corto plazo. Hoy el turismo puertorriqueño perdió.
La derrota de este proyecto deja un vacío reglamentario con grandes consecuencias:
- No se establecerá un registro unificado a nivel isla, con más de 20 puntos de información requerida de los anfitriones, que iba a permitir un análisis claro del impacto de los alquileres a corto plazo en la isla.
- No se requerirán importantes estándares de operación que buscaban garantizar un mejor producto para los turistas que visitan la isla.
- No se implementarán más de 15 medidas que buscaban promover la sana convivencia entre vecinos y el buen comportamiento por parte de huéspedes. Estas reglas le hubieran permitido a los vecinos y las municipalidades participar activamente en la fiscalización de los malos actores.
- Los municipios se quedan sin un importante mecanismo para compartir los ingresos del Room Tax y para poder efectivamente fiscalizar el CRIM y las patentes municipales más la recaudación de multas por violaciones de la ley.
- Este vacío reglamentario a nivel estatal, generará complejidad e incertidumbre en las operaciones por parte de todos los prestadores de servicio a través de distintas ordenanzas municipales.
Puerto Rico, que luego de la pandemia, se convirtió en un destino más variado y accesible
precisamente por los “short term rentals” ahora se queda sin una reglamentación que bien podía atender preocupaciones válidas tales sobre la seguridad del producto, las preocupaciones de las comunidades y los intereses de los municipios donde se ubican estos alojamientos.
Puerto Rico ha quedado rezagado en regulaciones turísticas modernas e incluyentes. Airbnb sigue comprometida a colaborar con la elaboración de una regulación uniforme, a nivel isla, con el objetivo de eliminar la ambigüedad y la complejidad que enfrentan actualmente los anfitriones”.
Expresiones de Carlos Muñoz, Director de Políticas Públicas y Comunicaciones de Airbnb para Centroamérica y el Caribe