Declaraciones de la primera dama Beatriz Rosselló

Hermanos puertorriqueños:

Nos debemos a un Pueblo que nos honró con su confianza y apoyo en el 2016. 

Han sido dos años de mucho trabajo, esfuerzos, nuevas iniciativas de beneficio para nuestra gente, de enfrentar obstáculos y sobre todo, de responder a la adversidad. 

Cuando mi esposo ha fallado, lo ha aceptado, y con humildad ha pedido perdón. Porque es de hombres íntegros aceptar los errores y dar la cara, como siempre lo ha hecho.  

Todos los días lo veo trabajar, luchar, compartir con nosotros su familia, encomendarse a Dios y continuar dando el máximo. 

Cometió un error, lo comprendió, e inmediatamente se disculpó. Conmigo también tuvo una seria conversación, con el beneficio de que yo lo conozco muy bien, conozco su sinceridad y por supuesto, creí en su arrepentimiento. Yo sé que jamás volverá a suceder algo así. 

En los dos años que llevo como Primera Dama, he enfrentado ataques. Pero siempre he defendido a nuestra mujer y a todos por igual. Y tanto Ricardo como yo, valoramos a la mujer, a la familia y a todos los principios de igualdad e inclusión por las que hemos batallado. 

Enfrentamos con total responsabilidad este capítulo que debe servir de ejemplo para todos y todas.  

Veamos más allá, perdonemos, evaluemos los logros y enfrentemos los retos que hemos vencido y los que aún nos faltan por vencer.

Como hijo, su madre es su ejemplo a seguir, lo criaron con un alto sentido de respeto y siempre esta allí para ella. Como hermano, tío, amigo, y compañero de trabajo, siempre está ahí. 

No debemos desenfocarnos ni permitir que se interrumpan todas las iniciativas que con mucho sacrificio hemos levantado y que han beneficiado a todo nuestro pueblo. Hicimos un compromiso de trabajar por un mejor Puerto Rico y lo seguiremos cumpliendo. 

Ricardo siente un amor profundo por esta tierra y por su gente. Siempre ha sido así, sus ejecutorias han estado concentradas en devolver estabilidad, tranquilidad y seguridad a nuestra gente. 

Tengo esperanza en Puerto Rico, en un pueblo que lo vio crecer, y que conoce su corazón y amor por esta tierra.