Defensoría de las Personas con Impedimentos reconoce aportaciones del fallecido senador Orrin Hatch, autor de la Ley ADA.
(SAN JUAN) El titular de la Defensor a de las Personas con Impedimentos (DPI), Gabriel E. Corchado Méndez, reaccionó al fallecimiento del ex senador por el estado de Utah, Orrin Hatch, autor de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA / Americans with Disabilities Act), que prohíbe la discriminación contra las personas con discapacidades.
“Dicha medida, que se convirtió en Ley por el presidente George Bush el 26 de julio de 1990, ha sido durante más de treinta (30) años, garantía de justicia para millones de personas con impedimentos tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico. Reconocemos esta gesta del exsenador Hatch y enviamos nuestras condolencias. Ciertamente la Ley ADA ha cambiado la manera en que se trata a las personas con impedimentos”, señaló el Defensor.
Corchado Méndez señaló que cuando el presidente Bush promulgó la trascendental Ley, mencionó a Lisa Carl, una mujer joven afectada por la parálisis cerebral, quien dos años antes de la firma de la Ley, había ido a un cine en su población y el gerente se negó a dejarle entrar debido a su discapacidad porque usaba silla de ruedas. Se informó que el gerente dijo “no la quiero aquí y no tengo por qué dejarla entrar”. Gracias a la Ley ADA, el comportamiento como el del gerente del cine es ilegal en Estados Unidos desde hace 32 años.
“Concretamente, la Ley ADA protege a tres grupos de personas: (1) aquellas con impedimentos mentales o físicos que sustancialmente limiten una o más actividades vitales, (2) aquellos con un historial de tales impedimentos y (3) aquellos a los que otros perciben como que tienen un impedimento. La ley ADA proscribe la discriminación en todos los aspectos de la vida pública, garantizando que los derechos de las personas con impedimentos sean respetados y se les permita la plena participación en la sociedad, ya sea trabajando, asistiendo a la escuela, usando el transporte público y privado, al votar en las elecciones, comprando productos y servicios o accediendo a lugares públicos”, señaló Corchado Méndez.
Dicha Ley hace que sea posible el derribo de las barreras físicas o arquitectónicas en la mayor parte de los edificios e instalaciones. Además obliga a que los restaurantes, tiendas de comestibles, escuelas y teatros sean accesibles. También cubre la mayor parte del transporte, como trenes, transbordadores y autobuses. La medida además obliga a las compañías a fabricar los equipos médicos accesibles para hacer diagnósticos, como mesas para examinar, sillas para dentistas, máquinas de rayos X, para que sea posible reducir la distancia de traslado entre esos muebles y alguien en una silla de ruedas.
“Como sucede con todas las leyes, la ADA adquiere su fuerza cuando es ejercida debidamente y cuando la ciudadanía exige su cumplimiento. Por eso es que como sociedad civilizada debemos conocer las leyes y ayudar en su aplicación. En la Defensoría de las Personas con Impedimentos (DPI) estamos comprometidos con la aplicación de las leyes”, finalizó Corchado Méndez.