Doña Iris Rodríguez, primera mujer en presidir el Club de Leones de Cayey pasa el batón a otra mujer, promueve la participación de nuevas generaciones.
(CAYEY) Doña Iris Rodríguez Vázquez tendrá los años que la vida le ha regalado, pero quien la escucha hablar y proyectar al futuro, se encuentra con un espíritu joven y dinámico, dispuesta a seguir ayuda do, “porque para eso estamos”. Rodríguez es la primera mujer en presidir el Club de Leones de Cayey, entidad que cuenta con 73 años de fundado.
El domingo, 11 de julio a las 2:00 de la tarde juramentará a su nueva Junta Directiva en las inslataciones de los Leones en el Sector La Ley del Barrio Montellano, donde cuentan con edificio de actividades, piscina y amplio estacionamiento. Previamente estuvieron en unas facilidades contiguas al Colegio Radians y antes, cerca del Residencial Brisas de Cayey.
“Presidí por tres años y le paso el batón a la compañera Ángela Velázquez. Para mí es un gran honor haber servido por 39 años primero como domadora y luego como dama león. Esta es una misión que vamos a continuar impulsando, porque tenemos causas que adelantar, como el Banco de Ojos del Leonismo Puertorriqueño, la lucha de Cáncer Pediátrico, las iniviativas ProAmbiente y en el campo de la salud, la Educación sobre la Diabetes”, detalló la líder cívica, miembro también del Club Altrusas de Cayey.
“En Cayey, los leones siempre hemos estado dedicados a obras de servicio, somos una generación de servidores, de gestiones comunitarias que van mucho más allá de la tan necesaria relación social. En términos simples, es poner en acción el concepto ‘We Serve’, que es nuestro slogan”, añadió.
Rodríguez lleva además otras causas en su haber, como la fundación del Centro San Francisco de Alzheimer de Cayey, junto al Dr. Correa, Gladys Varela, el Ingeniero Llavona. “Sobre el Centro aún recibo de 10 y 15 llamadas semanales de gente buscando información, y a todos los atiendo. Nuestra misión es fomentar el civismo en las nuevas generaciones, porque el deseo de servicio en los jóvenes está presente, solo hace falta ayudar a encausarlos. Ya ellos seguirán”.
Por su parte, el alcalde Rolando Ortiz Velázquez señaló que “Doña Iris es uno de los grandes ejemplos que tenemos en la ciudad que nutren el tejido social y comunitario. Allá donde quizá los gobiernos y las iglesias no pueden llegar, las organizaciones sin fines de lucro hacen una labor que no hay manera de pagar, pero que vive todos los días en efectividad”.