El pueblo de Puerto Rico se vuelca en asistencia en una transcendental e histórica Gran Marcha

Fotos por: José León

En una respuesta masiva a la convocatoria realizada por varios sectores de la sociedad, el pueblo puertorriqueño se ha volcado nuevamente a la calle en repudio a las actuaciones del primer mandatario del país para expresar su indignación y descontento por los actos de corrupción y abusos del actual gobierno, así como por las expresiones publicadas en un chat salido a la luz pública. En el mismo Ricardo Rosellò, gobernador de Puerto Rico y un grupo de miembros de su gabinete ofendieron y se burlaron de situaciones, personas y grupos que no solo no respondían a la visión ni misión del grupo. Sino que laceraron la fibra y el sentir de todo un pueblo que sufría las consecuencia del azote del huracán María, la pérdida de vidas a consecuencia del mismo y la necesidad de familias a causa del fenómeno atmosférico, así como posibles esquemas de corrupción, violaciones a la ley de ética, entre otros asuntos relevantes. Estas acciones pueden costarle al mandatario ser el primer gobernador en pasar por un proceso de residenciamiento en la historia de la Isla.


La Gran Marcha convocada para salir desde el Estadio Hiram Bithorn en Hato Rey dio inicio pasadas las 10 de la mañana, en una multitudinaria caminata por el Expreso Las Américas. Este evento histórico y sin precedentes en la Isla, ha reunido a individuos, familias, personas de diferentes estratos sociales, creencias, artistas y personalidades en un solo sentir, exigir la renuncia del gobernador. Quien luego de más de trece días, luego de su arribo al país de sus vacaciones en Francia, ha enfrentado toda clase de manifestaciones y protestas de diferentes sectores que le exigen la dimisión a su puesto. Acción que en reiteradas ocasiones se ha expresado renuente a responder afirmativamente a la solicitud del pueblo, pese haber pedido perdón por sus actuaciones.

Mientras el pueblo ha tomado esta principal via de transportación para dejar más que evidenciado y establecido que ya no lo quieren en la administración, ni llevando las riendas de Puerto Rico.