
Por: Luz Enid Díaz Torres
La noche del sábado se vistió de gala y nostalgia en el Coca-Cola Music Hall, con un lleno total para recibir el esperado regreso de Willie Colón en su concierto “Idilio Sinfónico”. Acompañado por la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico, bajo la dirección magistral del maestro Ángel “Cucco” Peña, el legendario trombonista, compositor y cantante ofreció un espectáculo que fue mucho más que un concierto: fue una celebración de su vida, su música y su profundo vínculo con Puerto Rico.

Desde la obertura instrumental, el público supo que presenciaría una noche especial. Willie abrió el repertorio interpretando “Nueva York” y, junto a la Filarmónica, deleitó con joyas como “Oh, ¿Qué Será?”, “China Cubana”, “Julia”, “Volar a Puerto Rico” y “Mi Sueño”, cada una coreada con entusiasmo por los asistentes.
Uno de los momentos más conmovedores llegó tras el intermedio, cuando Cucco Peña inició con un medley sinfónico que dio paso a un homenaje a Héctor Lavoe. Con imágenes proyectadas en pantalla y el corazón puesto en cada nota, Willie revivió clásicos como “Herencia de Lavoe”, “Periódico de Ayer”, “El Cantante”, “El Todopoderoso” y “Sin Poderte Hablar”, generando una ola de aplausos y emociones compartidas.

La interpretación de “Idilio”, pieza central del espectáculo, estuvo cargada de significado. Willie relató cómo, en un momento difícil de su carrera, la amistad y colaboración con Cucco Peña dieron vida a un álbum inolvidable, gestado desde Puerto Rico y que hoy sigue siendo parte esencial de su legado musical.
La orquesta que acompañó a Colón estuvo compuesta por músicos de gran calibre: Ennio Gatti (piano), Christian Rivera (conga), Ozzie Meléndez (trombón), Eugenio Pérez (bajo), Jeffrey López (timbal), Iván Renta (saxofón), William Maisonet (coro), Mark López (bongó), Ángel Subero (trombón), Claudio Eligio Jr. (cuatro) y Janio Coronado (coro).

El cierre fue una descarga de energía pura. “El Gran Varón”, “La Murga” y “Corazón Guerrero” pusieron al público de pie, cantando y bailando sin reservas. Entre risas, Willie comentó con picardía la coincidencia de su concierto con uno de Bad Bunny esa misma noche, antes de despedirse con un efusivo “¡Dios bendiga a Puerto Rico!”, dejando al auditorio con el corazón palpitando al ritmo de la salsa y el alma danzando.
Con “Idilio Sinfónico”, Willie Colón no solo reafirmó su lugar en la historia de la música latina, sino que regaló a su público una noche para atesorar, en la que la fusión de salsa y sinfonía se convirtió en un verdadero acto de amor por la música y por la isla.
La producción, a cargo de Alexandra Fuentes y Juan Ward, brilló por su impecable organización, elegancia visual y emotividad.