Como uno de los estrenos teatrales más esperados en la Isla, finalmente subió a escena en el Centro de Bellas Artes de Santurce la pieza soñada del director, compositor y actor Gil René Rodríguez, La Carreta, el musical.
La sala de Festivales del Centro de Bellas Artes de Santurce sirvió como escenario para el estreno de lo que fuera el sueño del actor, compositor y director Gil René Rodríguez, cuando finalmente y luego de tres décadas de espera, subiera a escena magistralmente La Carreta, el musical.
Con una elaborada escenografía que captura la vista y transporta al espectador del campo del barrio Carruzos, en Carolina; a la barriada La Perla, en el Viejo San Juan; y posteriormente a Nueva York, esta apuesta es protagonizada por Sully Díaz (“doña Gabriela”), Christian Laguna (“Luis”) y Yeidimar Ramos (“Juanita”).
Este trío de actores domina el arte del musical, tocando la fibra del público con sus interpretaciones a son de música típica, bolero, plena y swing, entre otros. Tan es así que fueron ovacionados al concluir la función. Cabe resaltar que las canciones están muy bien logradas, contando la historia y manteniendo la cohesión del texto.
El telón también juega un papel relevante, pues en este se proyectan imágenes del pasado para poner en contexto al público en lo que está por verse. Asimismo, la escenografía vela detalles de la humilde casa de madera de la familia, donde se observan la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, el San Antonio de palo y otros elementos característicos de la época.
Sin lugar a dudas, Sully lleva el peso de la trama como la madre angustiada, quien por la felicidad de su hijo mayor decide abandonar el campo, sus raíces y a su padre “Don Chago” (Braulio Castillo). Este sorprende en su caracterización del abuelo, con su caminar jorobado y acento jíbaro.
A pesar de ser un drama, los personajes también aportan su toque de humor en uno que otro diálogo, como es el caso de Castillo en una plena, por ejemplo; de Idalia Pérez Garay (“Germana”), la vecina que aprovecha la mudanza para ver qué cachivaches se puede llevar; y de Johnathan Dwayne (“Mr. Parkington”).
Completan el elenco Giuseppe Vázquez (“Chaguito”), Joaquín Jarque (“Paco”), Patricia Vásquez (“Doña Isabel”), Liz Elizabeth Rodríguez (“Matilde”) y Laura Isabel Cabrera (“Lydia”). Mientras, interpretan varios personajes: Nasha Padilla, Alies Muñoz, Andrés Parsons, Francisco Martínez, José Camuy, Martín Alicea, Marilú Lavergne, Nydia Resto, Tiffany Rodríguez, Pranjaal Luna’Rai y Edmanuel González.
Entre las canciones más aplaudidas figuran: “Yo aquí no pueo jacel na’” (Laguna); “Que lindo eh er pueblo” (Castillo y Ramos); “La Perla” (grupo de bailarines); “Pelfume de mamá” (Marcelo Colón, “Lito”); “¡Ay San Antonio!” (Díaz); “El paih de la felicidad” (Laguna y Ramos); “Perdóname” (Díaz); y “La carta” (Ramos).
Gil tiene muchos puntos a su favor en su propuesta. Pues conoce de cerca la historia de La Carreta, obra que consagra en 1953 a su autor René Marqués, y que se basa en la historia de una familia del barrio Carruzos, de donde es precisamente Gil. Así pues, no solo dirige la pieza, sino que la adapta y compone la música, cuyas letras las sustrae de la propia obra del escritor.
Si bien la carreta tirada por bueyes es un medio de transporte de antaño, igualmente es símbolo al retorno de las raíces y a la verdadera felicidad, como bien canta “Doña Gabriela”: “la tierra es sagrada, nunca se abandona”.
En fin, La Carreta en esta versión musical sigue vigente como su original de 1953. Pues es un retrato del Puerto Rico del pasado, perfectamente reflejado en las decisiones y realidades del boricua actual emigrante y, que seguramente, continuará siendo un espejo en el futuro.
Esta producción ejecutiva de la Fundación Puertorriqueña de Zarzuela y Opereta, volverá a escena el 19, 25 y 26 de marzo.