El Pleno del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas, la denominación de origen española líder en el mercado de Puerto Rico, calificó su añada 2023 como MUY BUENA.
El Pleno tomó la decisión a base de la rigurosa política de calidad que la DO Rías Baixas mantiene hace años. Este alto nivel de exigencia ha tenido en cuenta las valoraciones del Panel de Expertos del Consejo Regulador, en su mayoría enólogos o profesionales de bodega, así como los informes de la evolución climática durante el ciclo vegetativo de la vid y los resultados de las determinaciones físico-químicas y las puntuaciones de los análisis organolépticos de las muestras que se verifican para su comercialización, todo ello recogido en un riguroso informe redactado por el Órgano de Control y Certificación.
La calificación de la añada es una evaluación que en España realizan las denominaciones de origen sobre sus vinos y en la que se valora la cosecha, cómo las condiciones climáticas han afectado a la maduración de las uvas, la elaboración de los vinos con éstas y su perfil.
Los vinos de la añada 2023 en la DO Rías Baixas tienen como cualidades un color amarillo pajizo, con tonos verdosos, muy limpios y brillantes; aromas de intensidad media-alta, muy varietales, con aromas frutales de manzana, fruta de hueso, cítricos y florales; y una fase gustativa con vinos persistentes y equilibrados, con una acidez moderada. En Puerto Rico ya hay disponibles algunos vinos de la añada 2023.
El ciclo vegetativo se caracterizó por un invierno cálido y húmedo. En marzo se inició la brotación, que alcanzó una buena tasa y un elevado índice de fertilidad. La primavera, cálida y seca, permitió un buen crecimiento de los racimos. El verano transcurrió caluroso y húmedo, con momentos críticos, lo que supuso una merma del 11%. El ciclo, algo adelantado, motivó que la vendimia se iniciara a principios de septiembre, entrando la uva en las bodegas en un perfecto estado sanitario y con un buen nivel de calidad. En total se recogieron 44.3 millones de kilos de uva.
Hasta el 31 de mayo de 2024 el vino de la añada 2023 verificado en la DO Rías Baixas alcanzó aproximadamente el 51.2% del total del vino elaborado de la cosecha. El informe técnico incluyó, entre otros, los datos relativos al ciclo vegetativo del 2023, así como los resultados comparados del análisis sensorial y fisicoquímico, en concreto de 665 muestras pertenecientes a 136 bodegas. Se trata de un proceso de certificación muy riguroso, al que se suma un sistema de calificación también muy exigente con un panel de cata de 30 profesionales. Cada una de las muestras es evaluada por unos siete catadores por sesión. Esta acción garantiza la calidad y el origen de los vinos de Rías Baixas.
En la DO Rías Baixas las calificaciones de añada se realizan en junio del año siguiente a la cosecha porque en este momento del año ya son muchos los vinos de la añada que han tenido un cierto recorrido, salido al mercado y sido catados por el panel oficial de catadores de la denominación, pero la promoción está en su fase inicial y la calificación busca dar un respaldo técnico que informe al mercado sobre el perfil de estos vinos. La calificación de añada aporta información extra al consumidor y a los comercializadores, prescriptores y profesionales del mundo del vino, pero la calidad de los vinos de la denominación está garantizada por la certificación de calidad ENAC y la expedición de la tirilla de la DO Rías Baixas.
Cada partida de vino que se embotella bajo la certificación DO Rías Baixas se somete a un análisis fisicoquímico y es catada por los profesionales que componen el panel de cata de la denominación y que trabajan para el Consejo Regulador todo el año. Esta cata es el último paso de un sistema de control que comienza en la vid y concluye en el embotellado para asegurar la calidad de los vinos de la denominación.