Llegada del S.M. Rey Felipe VI a Puerto Rico

Foto por: Teresa Orriola

Bienvenidos a la Ciudad de San Juan, a las 5:55 de la tarde llego el avión. Recibimiento de estado, con alfombra roja,a Su Majestad, el rey de España, Felipe VI. Base Muñiz de la Guardia Nacional Aérea; Carolina, Puerto Rico  

El gobernador de Puerto Rico, Pedro R. Pierluisi; el alcalde San Juan, Miguel A. Romero Lugo; el secretario de Estado, Omar Marrero; el cónsul de España en Puerto Rico, Josep Bosch; el embajador de España en Washington DC, Santiago Cabanas; y el jefe de la Guardia Nacional, general José J.  Reyes. 

Su Majestad, quien llega desde la madre patria para acompañarnos y compartir con nuestro pueblo una de las jornadas de eventos que hemos desarrollado para conmemorar los quinientos años de la fundación de nuestra ciudad. 

En la mañana de celebración, de unidad e integración para toda la comunidad hispana con la que compartimos una misma raíz histórica, cultural e idiomática.

La celebración de los 500 años de San Juan es más que un evento histórico, es la oportunidad para pasar revista de todo aquello que como pueblo hemos edificado a través de las diversas manifestaciones del quehacer humano, entre ellas las artes y la herencia que hemos recibido, como parte del legado arquitectónico que se observa al caminar entre nuestras calles adoquinadas, los monumentos, plazas, iglesias de cinco siglos y fortificaciones que destacan la majestuosidad de la parte antigua de nuestra ciudad.

Por eso, no podemos dejar pasar por alto este acontecimiento en el que reconocemos lo que durante los pasados cinco siglos nuestros antepasados levantaron desde aquel momento, en que un grupo de vecinos recibió la autorización para mudar el asentamiento desde Caparra a la Isleta de San Juan.

Esa mudanza materializó sus luchas por mejorar sus condiciones de vida y superar las pruebas propias de emprender un nuevo comienzo en este hemisferio. Ciertamente, como toda nueva empresa tuvieron que enfrentar una vida dura, pero tenían la convicción y la esperanza de un futuro mejor.  Eso precisamente es lo que celebramos… este encuentro de dos mundos … un encuentro que tuvo como resultado, la más gloriosa de las evoluciones a través de la fundición de razas que formó la casta criolla, al boricua… al puertorriqueño. 

No podemos obviar que somos producto y estamos formados por las hazañas pasadas que tuvieron su génesis en la visión del explorador y navegante que con sus viajes en busca de nuevas rutas para llegar a las indias por el occidente, cambió la historia al encontrarse con nuevas tierras desconocidas hasta entonces para ellos.  Abriendo con su hazaña no tan solo nuevas rutas comerciales, sino que ese hecho trascendental nos legó en aproximadamente 400 años de estrecha relación con España, importantes aportaciones a nuestra cultura, idioma, religión, costumbres y en gran medida el patrimonio histórico que todos los puertorriqueños atesoramos en el Viejo San Juan.

Es posible que estos primeros pobladores no imaginaron que en realidad lo que estaban erigiendo con esta sencilla y común acción era la zapata de lo que hoy es la ciudad de San Juan, Capital de Puerto Rico; el epicentro social, económico y político de nuestra Isla. Una ciudad vibrante y el mejor lugar para emprender. 

Ahora al proyectarnos a los próximos cinco siglos, en San Juan estamos sembrando la semilla de la fraternidad, la concordia y la cooperación entre los pueblos hispanos.  

Queremos revalorizar nuestra posición geográfica como un activo turístico de interés y retomar nuestro rol de ser “llave” entre los hemisferios y la puerta del Caribe desde una perspectiva económica, comercial, social, cultural y turística. Para ello estamos trabajando arduamente para ampliar la visualización de nuestra ciudad como una joya de singular e incalculable valor con atractivos naturales, arquitectónicos, culturales y artísticos, complementados con un agradable clima tropical, un destino de primera y la hospitalidad de nuestra gente. 

Los invito a revivir las experiencias que sólo se perciben en nuestra histórica Ciudad. De hecho, la UNESCO en el año 1983, declaró las murallas y castillos como patrimonio de la humanidad; una distinción que constituye un valioso reconocimiento de estos tesoros que poseemos y un ingente honor para todos los puertorriqueños. 

Lo que somos hoy, lo que tenemos para ofrecer y lo que como sociedad hemos construido y alcanzado nos enorgullece ampliamente.

Por eso, miramos al futuro con esperanza y certeza de qué nuestra ciudad seguirá venciendo las adversidades que efrenta hoy para continuar encaminándose hacia el progreso y bienestar para todos los que llamamos “nuestro hogar” a esta bendita tierra.

Agradezco a Su Majestad, primeramente, por haberme recibido en el Palacio de la Zarzuela el pasado mes de noviembre y haber recibido con tanto interés el deseo de todo un pueblo para que nos acompañara en esta celebración.  Una festividad que continuará durante los próximos meses y la que culminaremos el próximo mes de julio con una monumental Regata de los 500 Años.

Nuevamente, muchas gracias y que Dios bendiga a San Juan, a España, a Puerto Rico y a todos los pueblos del mundo de buena voluntad. Rogamos al Todopoderoso que dirija por el camino del bien, de justicia e igualdad los destinos de nuestra Ciudad, durante los próximos 500 años y más.