Luma estrangula las organizaciones sin fines de lucro

(San Juan, Puerto Rico 2) Todos estamos de acuerdo que proveer energía eléctrica es un servicio esencial con impacto económico. Es un recurso para el desarrollo económico del país, primordial para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, se ha visto como ha fallado consistentemente impactando la vida de personas, como por ejemplo en su última apagada del Centro Médico y más reciente las cancelaciones de clases por falta de luz en pleno comienzo escolar.

“No obstante, hoy día, los aumentos consecutivos que LUMA Energy ha impuesto a los puertorriqueños han sido atropellantes y abusadores, a pesar de su pésimo servicio. Quebrantando así, en todos los niveles, el bolsillo de la ciudadanía, lo cual es un factor determinante para crear inseguridad en quienes dependemos de este servicio. Siendo esto una de las razones principales por la cual muchas familias están hoy día en riesgo de perder su hogar. Además, la ineficiencia del sistema ha creado que encima de los aumentos tengamos que estar invirtiendo en equipos tales como protectores de voltaje y baterías suplementarias para que los enseres y otros artículos no se dañen a causa de los apagones diarios que obstaculizan las operaciones institucionales o afectan la vida cotidiana familiar”, expresó Josué M. Maysonet Colón, director ejecutivo de Corp. La Fondita de Jesús

“Las organizaciones sin fines de lucro brindamos servicios esenciales a diversas poblaciones vulnerables, impactando miles de personas anualmente, cubriendo así necesidades desprovistas por las estructuras gubernamentales. Sin embargo, la inestabilidad del sistema eléctrico y los altos costos nos han sacudido. Lamentablemente llevándonos a decidir si proveemos un servicio directo que puede salvar vidas o si se paga la factura de LUMA.” Destaca el señor Maysonet.

Por ejemplo, en Corporación La Fondita de Jesús hoy día pagamos un 51% más que hace un año, aun con 10% de reducción en el consumo.  Esto equivale a miles de dólares, que se invertían en servicios esenciales a poblaciones vulnerables de adultos mayores pobres o de personas sin hogar. Esto crea que las organizaciones eliminen servicios humanitarios para cubrir aumentos injustificados en las utilidades. Muchas organizaciones estamos tomando medidas, incluyendo invertir en energía solar, pero otras están a punto de cerrar operaciones, por no poder pagar sus facturas de luz. Pero ¿qué medidas están tomando LUMA Energy o el Estado para salvaguardar el servicio fundamental de energía y hacerlo accesible para todos?

Por otro lado, el Estado asigna ayudas para el pago de utilidades a algunos individuos (¡que ciertamente lo necesitan!), sin embargo, estos son alivios a corto plazo y al final las beneficiadas son las propias agencias de gobierno. “No existe un recurso irrebatible para apoyar a las organizaciones sin fines de lucro que fundamentalmente también necesitan cubrir los costos de las utilidades para continuar la gesta diaria impactando seres humanos con diversas situaciones de vulnerabilidad (niños, adultos mayores, sobrevivientes de violencia de género, comunidad LGBTTQIA+, etc.).”, añade el Director Ejecutivo de Corp, La Fondita de Jesús.

“Una desafortunada consecuencia de que el Estado no tome acción al respecto, en cuanto a los aumentos desmedidos de LUMA, la inestabilidad de su servicio y la falta de acción es los cual continuará lacerando a las organizaciones sin fines de lucro al punto de que muchas dejarán de existir, por lo cual, también sufrirán muchos ciudadanos.  Las organizaciones continuamos día tras día luchando por un mejor Puerto Rico y nos aseguramos de que los más necesitados tengan una mejor calidad de vida. El esfuerzo mínimo del Estado debería ser proteger el tercer sector como aliados que somos en la transformación social de nuestro país.” Concluye el señor Maysonet.