Buenas noches.
Hermanas y hermanos puertorriqueños:
Siempre he rendido cuentas. Siempre he hecho mi mejor esfuerzo para establecer los aciertos y reconocer los desaciertos.
Por espacio de dos años y medio trabajé junto a mi familia con todo mi corazón y esfuerzo para hacer de esta una mejor isla. Y, a pesar de que siento que queda mucho por hacer, estoy profundamente agradecido con aquellas personas que dieron un paso al frente junto a mí para dar lo mejor de sí en esta encomiable gesta.
Durante los pasados días muchos de ustedes han estado ejerciendo su derecho a la libertad de expresión. El reclamo ha sido contundente y lo he recibido con el más alto grado de humildad.
Desde que juramenté al cargo, he puesto todo mi empeño para que mis decisiones siempre tomasen en cuenta el bienestar de nuestra gente. Las horas dedicadas a la confección, elaboración y ejecución de los planes de trabajo son horas donde mi único norte ha sido la transformación de nuestra isla.
Cuando juramenté como el duodécimo gobernador, lo hice consciente de los retos de aquel momento. Era la primera vez en nuestra historia donde tendríamos que trabajar con una Junta de Supervisión Fiscal impuesta por el Congreso de los Estados Unidos: inmersos en una quiebra, con un déficit que sobrepasaba los 7 mil millones de dólares y sin fondos suficientes para el pago de nómina y pensiones.
Así y contra todo pronóstico, logramos aprobar el primer plan fiscal y la política pública del Plan para Puerto Rico, estableciendo el camino de planificación ejecución y progreso que nos ha llevado a lograr el primer presupuesto balanceado en muchísimo tiempo.
Recuerdo que al asumir la gobernación la opinión publica apostaba al despido de empleados públicos. No hubo despidos. Mejor aún, aumentamos el salario de nuestros maestros y policías en medio de una quiebra, el más reciente siendo de esta semana con un nuevo aumento a la uniformada. Hasta las aportaciones al retiro de nuestros empleados públicos se habían malgastado por el plazo de más de una década. Tuvimos que recurrir a reducciones sustanciales de gastos para asegurar el pago de pensión a nuestros retirados; creamos una reforma de pensiones sin precedentes. La Junta entonces pretendió el recorte de jornada, la eliminación del bono de Navidad y los recortes de pensiones, pero le hicimos frente y prevalecimos. Enfrentamos el discrimen de un Gobierno federal contra los puertorriqueños. Los recursos que Puerto Rico ha comenzado a recibir para su reconstrucción son el fruto de nuestro trabajo y reclamo, junto a la comisionada residente y nuestro equipo de trabajo, ante el Congreso federal. Esos fondos federales continúan fluyendo y ahora comienzan con proyectos de mitigación que totalizan 3 mil millones de dólares.
Hoy tenemos el primer crecimiento económico positivo en más de una década —con 4.1 por ciento de crecimiento— y el desempleo más bajo en toda nuestra historia, sacando a miles de padres y madres del sufrimiento de la pobreza. Tras un pasado de aumentos en cargas contributivas, bajamos los impuestos y creamos el crédito al trabajo para la clase media trabajadora, que otorgará hasta 2,000 dólares más al bolsillo del puertorriqueño. Creamos nuevas industrias en Puerto Rico como el cannabis medicinal, video gaming, apuestas deportivas, criptomoneda y facilitamos la inversión en renglones importantes como el turismo.
Reformamos los permisos, reduciendo el tiempo promedio de 100 días a 20 y creando un sistema integrado. En el área de infraestructura, tenemos varias alianzas público-privadas listas para este semestre, que incluyen transportación marítima y la privatización de la transmisión y distribución de la Autoridad de Energía Eléctrica. Pasamos una ley de vanguardia, donde aspiramos a tener 40 por ciento renovables para el 2023 y 0 por ciento en quema de carbón para el 2020.
Establecimos Abriendo Caminos donde ahora estamos invirtiendo en nuestras carreteras sobre 652 millones de dólares y el impacto se está viendo.
Reparamos las finanzas públicas con ajustes y recaudos extraordinarios que nos permitieron pagar reintegros, cumplir a suplidores y emprender iniciativas de justicia e innovación social.
Nombramos la mayor cantidad de mujeres en posiciones de envergadura en toda nuestra historia. Establecimos igual paga por igual empleo, el Maletín Empresarial para la Mujer y hoy firmé la licencia especial para víctimas de violencia doméstica. Defendimos los derechos de la comunidad LGBTT. De la misma forma, fomentamos la integración de las organizaciones de base de fe en los diversos proyectos ejecutivos, como las escuelas-iglesias.
Miles de puertorriqueños hoy tienen opciones para escoger la educación para sus hijos con los vales educativos; al igual que cientos de miles pueden escoger su servicio de salud a través de toda la isla con el plan Vital. También hoy, retenemos mayor número de médicos especialistas en Puerto Rico, gracias a incentivos desarrollados junto a la Asamblea Legislativa.
Establecer mecanismos para combatir la corrupción ha sido nuestro norte, creando la Oficina del Inspector General, el Código Anticorrupción, la Unidad de Fraude de Medicaid, reportes de las finanzas públicas, registro de cabilderos; y recientemente la nueva Ley de Compras y Subastas, encaminándonos a tener un sistema que dé mayor certeza y mayor credibilidad al pueblo, que combata la corrupción.
Quiero hacer especial mención del trabajo de la primera dama: impactando comunidades y restaurándolas con el programa Fortaleza para Ti, asegurando el bienestar de los animales con iniciativas como el Spay-A-Thon. Beatriz nunca paró de trabajar por nuestro pueblo y siempre le otorgó su corazón.
A final de cuentas, los resultados son lo que más vale. Reconozcamos que son resultados favorables, en el peor escenario imaginable. Esta hazaña no surge por arte de magia ni por suerte. Esos resultados emanan del trabajo, sacrificio y amor que uno aplique. Me entregué. Di el máximo, dedicándole día y noche, fines de semana y días feriados para atender cada una de las necesidades de mi pueblo.
Ningún gobierno ha logrado implementar cambios transformacionales que hacen del Puerto Rico de hoy un lugar más equitativo y más justo.
El mes de septiembre del 2017 la naturaleza nos hizo recordar nuestra pequeñez ante los designios y voluntad de Dios. Todos fuimos testigos de cómo dos huracanes categoría 4 y 5 pasaban por Puerto Rico con tan solo 14 días de diferencia. En la respuesta inmediata de estos fenómenos, pasamos de ser víctimas de estas tormentas devastadoras a ser el centro de respuesta para nuestros vecinos en el Caribe.
Ante el embate y sufrimiento ocasionado por el huracán Irma y mientras encaminábamos nuestra recuperación en los pueblos más afectados de la isla, tuve el privilegio de dar la orden y trabajar en la coordinación del rescate, transportación y cuido de miles de personas que se vieron afectadas por los estragos de esta terrible tormenta. Una vez más, demostrando el corazón, generosidad y desprendimiento de mi pueblo, en colaboración con agencias hermanas del Gobierno federal, llevamos a cabo la misión de rescate más grande en la historia de los Estados Unidos en el Caribe.
En todas las decisiones que he tomado como gobernador he puesto mi empeño para que siempre estas hayan tenido en cuenta el bienestar de mi tierra. Las horas dedicadas a la confección, elaboración y ejecución de los planes de trabajo son horas donde mi único norte ha sido la transformación de nuestra isla y el bienestar de nuestra gente. Aún en los momentos de tribulación siempre he sentido que mi responsabilidad era cumplir con mi trabajo en el término prescrito en ley. Estaba dispuesto a enfrentar cualquier reto, teniendo el pleno entendimiento de que prevalecería ante cualquier imputación o cualquier proceso.
A pesar de contar con el mandato del pueblo que democráticamente me eligió, hoy siento que continuar en esta posición representa una dificultad para que el éxito alcanzado perdure.
Luego de escuchar el reclamo, hablar con mi familia, pensar en mis hijos y en oración he tomado la siguiente decisión: con desprendimiento hoy les anuncio que estaré renunciando al puesto de gobernador, efectivo el viernes 2 de agosto de 2019 a las 5:00 de la tarde.
Estos días estaré atendiendo asuntos pendientes que viabilicen una transición ordenada. A esa hora culminaré mi mandato y daré paso al proceso de sucesión establecido por nuestra Constitución para juramentar a quien en ese momento corresponda completar el proyecto trazado para este cuatrienio.
Hoy honro la Constitución con mis acciones. La misma Constitución que permitió que en noviembre de 2016 fuese electo. La misma Constitución que permitió la libre expresión del pueblo y la misma Constitución que permitirá una transición ordenada conforme a sus disposiciones. Disposiciones que fueron concebidas por grandes puertorriqueños que dieron cátedra en 1952 al configurar una Constitución moderna, progresista y sabia. Pero, al igual que se celebra, hago un llamado a defenderla y preservarla por ser el vehículo legal en virtud de la cual nos organizamos políticamente.
La persona que asuma el peso de la oficina que he tenido el honor y privilegio de ocupar necesitará la voluntad ciudadana y el apoyo de aquellas personas que trabajan incansablemente en pro de nuestra tierra. En estos momentos, de acuerdo con el ordenamiento jurídico, esa persona sería la actual secretaria del Departamento de Justicia, la licenciada Wanda Vázquez. Confío en que Puerto Rico continuará unido y hacia adelante como siempre lo ha hecho.
Espero que esta decisión sirva como un llamado a la reconciliación ciudadana que tanto necesitamos para seguir adelante teniendo como norte el bienestar de Puerto Rico. Culmino mi mandato y lo más que deseo es la paz y el progreso para nuestro pueblo.
La transformación y el progreso no están vinculados a una sola persona: es producto del trabajo unido de un pueblo. Ese fue mi norte con el Plan Para Puerto Rico; ese fue mi norte como gobernador; esa seguirá siendo mi consigna de cara al futuro.
Que la fuerza unificada del pueblo se pueda canalizar en energía constructiva. Que la ley, el orden y el progreso sean parte esencial de esa receta. Que optemos por crear y construir instituciones que respondan a la gente y no produzcan caos y desgobierno.
Gracias por el privilegio de haberme permitido servirles. Ha sido el honor mas grande para mí y para mi familia.
Dios proteja a Puerto Rico.