Reflexión: La Trinidad está contigo

Jesús Amaro

“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre.” (Juan 14:9) Jesús nos mostró que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son uno. No son tres dioses: son un solo Dios en perfecta unidad.

Jesús nos enseñó a amarles, a obedecerles, y a pedirles con confianza. “Nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14:6)
Por eso, al orar al Padre, vamos por medio del Hijo, y vivimos guiados por el Espíritu Santo, quien mora en nosotros.

“Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.” (Juan 14:16)
El Espíritu Santo es nuestro ayudador diario, quien nos enseña, consuela y fortalece.

Hoy, recuerda: no estás solo.
El Padre te ama, el Hijo te salva, el Espíritu te guía.
Ámalos, búscalos, obedece su voz.
La Trinidad habita contigo, ¡honra ese regalo con tu vida!