
La parálisis repentina de un lado del cuerpo puede afectar a cualquiera, esta realidad está aumentando la demanda de un tipo concreto de robot
“Estaba comiendo con mi esposa cuando, de repente, no podía mover el brazo ni soltar el plato…”
Apenas dos años después de jubilarse, Toshihiko Nagai sufrió un derrame cerebral que lo dejó parcialmente paralizado. A pesar de un mes de diligente rehabilitación, no mostró signos de recuperación. “Me resigné a estar en una silla de ruedas el resto de mi vida”, afirma.
Los derrames son una de las tres principales enfermedades entre los japoneses. Se dice que el número de nuevos casos, incluidos los recurrentes, alcanza los 290 mil al año. Esto equivale a la asombrosa cifra de 794 personas que sufren ictus cada día. Viendo estas cifras, está claro que cualquiera es susceptible. Por eso es tan importante comprender el viaje emocional y la rehabilitación por la que pasan las víctimas de un accidente cerebrovascular.
Entonces, ¿qué puede hacer Toyota por las personas con parálisis parcial que se esfuerzan por recuperarse?
Para la mayoría de las personas, caminar ofrece la oportunidad más fundamental de movilidad. Esto es lo que impulsó a Toyota a empezar a desarrollar el robot de asistencia a la rehabilitación en 2007. Desde su lanzamiento, la empresa ha seguido introduciendo mejoras en colaboración con el profesor Eiichi Saito, actual asesor jefe de la Universidad de Salud Fujita y autoridad en medicina de rehabilitación.
Actualmente los robots de Toyota se utilizan en 105 hospitales y otros centros de Japón, y Toshihiko Nagai es una de las personas que se beneficia de esta tecnología. Actualmente está en rehabilitación en el Fujita Health University Nanakuri Memorial Hospital de Tsu, en la prefectura de Mie. Sobre el momento del accidente, Nagai dice: “En la ambulancia me di cuenta de que no podía mover el lado izquierdo del cuerpo. Esto después de caminar una hora cada mañana para mantenerme en forma…”. Incluso después de continuar con la rehabilitación, Nagai no podía caminar con normalidad. Entonces empezó a hacer ejercicios de marcha con el robot de asistencia.
“Mi primera impresión no fue muy buena. Me obligaba a moverme, y era escéptico de que realmente me ayudara a caminar por mí mismo”.
En los ejercicios de marcha estándar, una férula inmoviliza la rodilla y el tobillo, y un fisioterapeuta ayuda al paciente a moverse mientras soporta su peso desde atrás. Se necesita todo el esfuerzo del fisioterapeuta sólo para ayudar a caminar. En cambio, el robot sostiene el tronco del paciente mediante un arnés colgante y le ayuda a levantar la pierna y doblar la rodilla, lo que permite al fisioterapeuta vigilar los detalles más sutiles.
“Creo que fue una semana después de empezar a usarlo. Poco a poco, llegué a pensar que podría volver a andar”.
El monitor muestra al paciente mientras camina, junto con información en tiempo real como dónde se está aplicando la carga en el pie paralizado. Los usuarios pueden observar lo bien que lo están haciendo, lo que facilita la identificación de puntos de mejora.
“La primera vez que me vi en la pantalla, fue horrible. Mi cuerpo se balanceaba, mi hombro derecho estaba caído y yo estaba encorvado. Enseguida me di cuenta de que no andaba bien. Fui capaz de pensar: ‘Debería girar un poco el pie hacia fuera al pisar’. Antes de usar el robot, estaba tan desesperadamente concentrado en caminar que no podía pensar en otra cosa”.
Higashi, fisioterapeuta que le presta apoyo en la rehabilitación señaló que “Creo que el impulso de pensar en los ejercicios por sí mismo es la razón de su mejoría”.
En interiores, Nagai ya puede andar 800 metros con un bastón; el próximo objetivo es poder caminar con seguridad fuera de casa por su cuenta. Nagai está ansioso por recuperar la vida cotidiana que había dado por sentada. También está practicando de nuevo manejar automóviles y espera volver a la región de Ise-Shima que solía visitar con frecuencia.
Aunque el robot de asistencia a la rehabilitación de Toyota ha dado lugar a algunas historias inspiradoras, y se ha convertido en un elemento habitual en la primera línea de la atención médica, las opiniones difieren entre Japón y otros países.
El Dr. Satoshi Hirano, del Hospital Nanakuri Memorial indica que mientras muchos modelos diseñados en el extranjero obligan a los usuarios a caminar, el profesor Eiichi Saito, que ha dirigido el desarrollo de este robot, aboga por una rehabilitación basada en la teoría del aprendizaje motor.
“En pocas palabras, este enfoque considera todo el cuerpo como un sistema único, aprovechando las partes buenas para intentar forjar nuevos movimientos que difieran de los anteriores a la enfermedad”, dijo Hirano. En otras palabras, este robot «centrado en el ser humano» trata de adaptar la recuperación a la situación de cada individuo.
El Dr. Ken Tomida, fisioterapeuta del mismo hospital, explicó que el uso del robot no sólo reduce la carga física de los fisioterapeutas, sino que también les permite analizar objetivamente diversos aspectos de la zancada del paciente. “Ajustando distintos parámetros, también resulta sencillo adaptar la configuración del ejercicio a cada paciente. Le digo a mis colegas que somos «diseñadores de ejercicios» y que estamos creando métodos más eficaces de rehabilitación”.
Tras someterse a repetidas mejoras, el último modelo del robot de asistencia a la rehabilitación se completó en diciembre de 2024. Norihiko Kawata, Director de Grupo, Departamento de Negocio Sanitario, División de Planificación de Nuevos Negocios de Toyota resaltó que un punto clave es que el robot unido a la pierna se ha aligerado. “Esa parte del robot albergaba antes los sensores, pero éstos se han trasladado al suelo. Esto no sólo reduce el peso, sino que permite comprobar la carga en ambas piernas, incluido el lado que no lleva nada. Esto ha abierto las posibilidades de que el robot sea utilizado no sólo por pacientes con parálisis, sino en ejercicios de marcha para todo tipo de personas”.
Takuma Nakamura, Director de Grupo, Departamento de Negocio Sanitario, División de Planificación de Nuevos Negocios de Toyota explicó que, en cuanto al software, y tomando en consideración las peticiones de los hospitales, tenían la misión de mejorar la función que detecta anomalías al caminar. Para trabajar en las mejoras, solicitaron a los médicos su opinión detallada sobre lo que debía detectarse como anormal.
“Como resultado, hemos renovado la lógica de detección para abarcar 13 tipos de anomalías de la marcha, y hemos aumentado la granularidad de las evaluaciones de gravedad, de tres niveles a cinco. Parece más un sistema recién construido que una actualización de versión”, dijo Nakamura.
Otras mejoras son un ajuste más sencillo del tamaño al acoplar el robot y una estructura más pequeña que permite dar zancadas más naturales. La última máquina presenta funciones mejoradas y un diseño perfeccionado.
Una vez que los pacientes muestran signos de mejoría con el robot, ¿cuál es el siguiente paso? Resulta que la empresa también está desarrollando KNEAR (Knee Extension Assist Robot, nombre provisional), un dispositivo que les ayuda a dar el siguiente paso.
Una vez recuperada cierta capacidad para caminar, los pacientes pueden encontrarse a veces con que la rodilla se les dobla peligrosamente durante los ejercicios. La KNEAR se coloca en la rodilla de la pierna paralizada. Al soportar peso, se impide que la rodilla se doble mediante un bloqueo hidráulico, que se libera mediante controles de sensores cuando la rodilla se dobla, permitiendo que lo haga sin resistencia.
El trabajo de Toyota en el robot de asistencia a la rehabilitación está impulsado por el deseo de “llevar a todo el mundo adonde quiera ir” y mientras haya personas necesitadas, estos esfuerzos continuarán, y Toyota se esforzará por seguir evolucionando.
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