San Juan, Puerto Rico – El hermoso teatro del Conservatorio de Música de Puerto Rico se convirtió en el escenario para la celebración del concierto anecdótico “El Secreto de Mi Padre”.
Con la animación de los periodistas Milly Méndez y Julio Rivera Saniel, el cantautor, humortivador y escritor Silverio Pérez, presentó un espectáculo musical-anecdótico titulado “El Secreto de mi Padre”, mismo título que lleva el libro que escribió en honor a su progenitor.
La velada musical dio inicio con la participación de la Tuna Interamericana dirigida por la dama de la guitarra María Elena Rodríguez interpretando el pasodoble Silverio Pérez de Agustín Lara.
El espectáculo continuó con diálogos en los que intervino Silverio Pérez con su elocuencia y talento llevó al público hacia la historia de la vida de un jíbaro puertorriqueño que a sus 108 años es ejemplo de supervivencia.
Además interpretó en honor a su padre unas hermosas décimas con el pie forzado “un jíbaro terminao” que provocaron gran entusiasmo en el público.
Continuó el desfile de grandes figuras de la música acompañadas por una orquesta de talentosos músicos dirigidos por el maestro Manny Trinidad.
Melina León interpretó “Nuestro Juramento” luego se escuchó la voz de Aidita Encarnación con “La loma del tamarindo” seguida por Jesús ‘Chuito’ Muñoz cantando “Padre” y Ana Marta Arraiza “Un beso y una flor”.
La música no se detuvo y ocupó el escenario Josy Latorre con “Como pájaros en el aire” y junto a Silverio interpretaron “Los zapatos de mi viejo”.
Para sorpresa del público aparecieron en el escenario grandes figuras como Alberto Carrión quien interpretó “Amanecer Borincano” luego Chucho Avellanet con “Mi árbol y yo” sumándose Danny Rivera quien conmovió a los presentes con el clásico “Mi Viejo”.
El Senado de Puerto Rico se unió a la celebración aprobando unánimemente una resolución que presentaron la senadora Ana Irma Rivera Lacen y el senador Rafael Bernabe quienes la entregaron a Don Silverio.
El evento culminó con el festejo tradicional del feliz cumpleaños el cual Don Silverio se disfrutó.