Reflexión: “Si Tú no estás, me hundo”– Mateo 14:22-33
Pedro hizo lo impensable: salió de la barca y caminó sobre el agua. Mientras sus ojos estaban puestos en Jesús, el milagro ocurrió. Pero bastó un instante de distracción, una mirada al viento, y comenzó a hundirse. Así nos pasa [.mas.]