
Cuando Moisés subió al monte, no pidió oro ni poder. Él dijo:
“Muéstrame Tu gloria.” Ese clamor sigue ardiendo en los corazones que han probado lo que el mundo ofrece y han descubierto que nada se compara con estar en Su presencia viva. En una generación saturada de ruido, Jesús aún está [.mas.]