
A continuación, les facilito el mensaje para el Día de las Madres: Un homenaje a las sobrevivientes y una llamada a la esperanza. Mensaje del Dr. Humberto M. Guiot,
Director Ejecutivo Interino del Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico
En el Día de las Madres, celebramos con gratitud, respeto y admiración a todas las madres que han enfrentado un diagnóstico de cáncer con valentía. Desde el Centro Comprensivo de Cáncer de la Universidad de Puerto Rico, queremos rendir un homenaje especial a estas mujeres que, además de ser el corazón de sus hogares, han demostrado una fuerza inquebrantable en medio de la vivir su realidad enfrentando su enfermedad.
Como médico, también como paciente sobreviviente y cuidador, reconozco profundamente el impacto físico y emocional que el cáncer posee, no solo en quien lo padece, sino también en sus seres queridos. Por eso, hoy quiero compartir un mensaje de esperanza: “la vida después del cáncer es posible, y cada día es una oportunidad para seguir adelante con dignidad, con amor y con propósito”.
Las fechas festivas, como el Día de las Madres, pueden despertar emociones mixtas. Para algunos, es un momento de celebración; para otros, puede ser un recordatorio de retos aún presentes. Lo más importante es reconocer que nadie tiene que enfrentar este camino en soledad. El apoyo de la familia, los amigos y la comunidad puede marcar una diferencia enorme en el proceso de sanación.
A quienes rodean a una madre diagnosticada con cáncer, los invito a convertirse en aliados activos. Escuchar, acompañar sin juzgar, compartir información precisa y ayudar a mantener la esperanza viva son actos de amor que tienen un poder transformador.
También es importante tomar acción para la prevención. El cáncer se puede detectar a tiempo si atendemos señales tempranas, cumplimos con los cotejos rutinarios y fomentamos estilos de vida saludables. Hablen con sus madres, hermanas, tías, esposas, hijas. Motívenlas a realizarse mamografías, pruebas de cérvix, colonoscopías o cualquier otro examen pertinente según su edad y riesgo. La prevención es también una forma de amor.
Para quienes buscan un regalo significativo en este Día de las Madres, comparto cinco recomendaciones pensadas con sensibilidad hacia las personas que viven con cáncer:
1. Infusiones naturales y tés suaves: El jengibre, la menta o la manzanilla pueden ayudar con las náuseas y la ansiedad, siempre y cuando estén aprobados por su equipo médico.
2. Productos de autocuidado libres de fragancias fuertes: Cremas, bálsamos o lociones para piel sensible, sin químicos agresivos, ayudan a aliviar efectos secundarios del tratamiento.
3. Mantas o cojines térmicos: Proveen apoyo físico y emocional durante o después de las sesiones de tratamiento.
4. Una caja de alimentos saludables y suaves: Frutas frescas, galletas integrales, sopas naturales o batidas nutritivas pueden ser reconfortantes, según la tolerancia del paciente.
5. Un diario o cuaderno de gratitud: Para registrar pensamientos, emociones o simplemente reflexionar. Es un regalo que invita a la introspección y al empoderamiento.
Este Día de las Madres, regalemos tiempo, empatía, y sobre todo, presencia. Porque acompañar a quienes enfrentan el cáncer, en especial a nuestras madres, es una expresión de amor que trasciende cualquier diagnóstico.
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