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Eran las 9:30pm cuando las luces se apagaron en el Coliseo José Miguel Agrelot, y resonó el redoble de la batería, junto a las luces reflectoras frente a todos los presentes. En una sonora, movida, y completamente espectacular introducción roquera, las imágenes sobre el escenario presentaban a Natalia Jiménez en distintos ambientes, junto a múltiples flores de colores y mantos rojos. Al transformarse la melodía en los famosos acordes de Quédate con ella, el público perdió el control. El mariachi estaba listo; gritos de euforia resonaban por doquier.
Natalia Jiménez salió con un hermoso vestido blanco decorado con flores, y una corona de rosas rojas sobre su cabeza. Comenzando con un cálido saludo, nuestra reina se expresó con gratitud genuina por tan bella oportunidad. Dejando claro que posiblemente “hable malo”, la risa irrumpió las filas del Nivel Principal, el cual se encontraba lleno a cabalidad. La honestidad y originalidad de Natalia rompió el hielo después de una hora de espera.
Si pensara en un regalo perfecto para las madres, este concierto sería la elección número uno, ya que, como madre, la cantautora se dedicó a preparar una experiencia inolvidable para todos los allí presentes. Con motivo de comenzar su gira, luego de dos años dedicados casi por completo a su criatura, las mejores canciones de su carrera hicieron acto de presencia, junto a diversas interpretaciones personales de grandes éxitos, como Preciosa, interpretada por Marc Anthony, “Amor eterno”, por Rocío Dúrcal, y “Rata de dos patas”, por Paquita la del Barrio, entre otras. Desde un aspecto holístico del evento, la selección de canciones y demás fueron preparados para darle homenaje a todas esas madres que trabajan duro por sus hijos y familias, que cargan el peso completo sobre sus hombros, y que se merecen ese espacio de expresión. Solo Natalia podía proveerlo con su trayectoria musical y placentera personalidad. El ambiente fue cálido, como estar en casa de la abuela un domingo en la tarde. La comodidad del público, los comentarios como “levanten esas manos que se me están durmiendo”, el retumbar del suelo bajo los pies, cada elemento hizo de la experiencia completa un merecido descanso espiritual para cualquier madre en el público.
De las interpretaciones más memorables de la noche se encuentra la canción “Algo más”, y lo que sucedió allí. Después de ver la propuesta de matrimonio durante el estreno de Endgame en Caribbean Cinemas, pensé que lo había visto todo; pero me equivoqué. Al finalizar “Sueños Rotos” a coro con el público, un gran sofá blanco fue colocado en la tarima. Fue entonces cuando Natalia expresó que deseaba hacer algo diferente como parte de su comienzo de gira, y escogió una “pareja feliz”, como dijo ella, para que subiera a la tarima, y ella poder dedicarle una canción. “María y Jesús”, los “escogidos” de Jiménez, subieron, y al final de la canción, el coliseo completo tembló de emoción al ver a Jesús postrarse ante su amada. “Mi amor, hice este revolú para ver si te querías casar conmigo”; entre risas y emociones, y un hermoso “sí, acepto”, de los gritos más fuertes escuchados fueron los de Natalia, quien continuaba dando saltos sobre tres pulgadas de tacón. El evento se logró gracias a Instagram, según comentó la artista, ya que el novio le envió un mensaje privado diciéndole que desea pedirle matrimonio a su novia durante el concierto.
Otro momento inolvidable fue la presentación especial, de Chelimaria Rivera Sánchez y Adriana María Rivera Cruz, ganadoras de un concurso por Instagram, para cantar junto a Natalia Jiménez en el concierto. Junto a la maravillosa e inigualable española con corazón mexicano, estas jóvenes tuvieron el privilegio de compartir escenario y cantar a trío tan icónica canción. Luego de escuchar “Recuérdame”, popularmente conocida por su dueto con Marc Anthony, fue de gran sorpresa y júbilo la presentación de “Preciosa”. En un acto de gran humildad por su parte, la interpretación de la canción mencionada anteriormente fue espectacular. Por otro lado, “Amor eterno” fue dedicada personalmente a la familia de su amigo y fotoperiodista, quienes habían perdido a su madre recientemente; la interpretación de esta trajo lágrimas a los ojos de muchos. Otras presentaciones que alborotaron a todos fueron “El sol no regresa” y “Creo en mí”. Ambas levantaron a todos de sus asientos, mientras cantaban a voces entusiasmados.
Una noche inolvidable; no hacen falta más palabras. Este fue el mejor regalo que pudo recibir una madre, la mejor compra que pudo hacer su fanaticada. Natalia Jiménez demostró lo agradecida que estaba por volver al escenario puertorriqueño y por el apoyo de todos sus fanáticos. Entre la risa y el llanto, la alegría y las groserías (“Qué bueno que me siguen cabro…”), todos gozamos de un tiempo de sosiego, de tranquilidad y diversión poco común en nuestro ajetreo de vida.
Repertorio:
Quedate con ella
Me duels
El rey
Me muero
Sueños rotos
Algo más Niña
La frase tontade la seman
Tú y yo
Recuérdame
Preciosa
Como tu mujer
Sombras nada mas
Amor eterno
La malagueña
Ratade dos patas
Que te quería
Esta noche no
Tu pero error
Daría
El sol no regresa
Nunca es tarde
reo en mí
Buenas fotos José
Muchas gracias Guayciba!! Un abrazo maestro!