El pasado sábado 19 de abril, el Centro de Bellas Artes de Santurce se transformó en un vibrante rincón de La Habana gracias al espectacular concierto “Una Noche en La Habana”, protagonizado por Buena Vista All Stars. La velada fue mucho más que un concierto, fue una emotiva travesía musical que conectó las almas de Cuba y Puerto Rico a través del poder del ritmo, la nostalgia y la alegría caribeña.
Desde el primer acorde de “Bésame Mucho”, el público fue transportado a las calles habaneras, donde el embrujo sonoro del son, el bolero y la guaracha los envolvió. A lo largo de la noche, temas como “Amor Verdadero”, “Mami, Me Gustó”, “Piel Canela”, “Lágrimas Negras”, “Quizás, Quizás” y hasta una versión muy especial de “Clocks” conquistaron a los asistentes que no dejaron de cantar, aplaudir y bailar con entusiasmo.
La Sala de Festivales Antonio Paoli se llenó de vida, convirtiéndose en el escenario ideal para este homenaje a la herencia musical cubana y puertorriqueña. No faltaron los clásicos que hicieron historia, como “Chan Chan”, “Cuarto de Tula” y “Ay, Candela”, que provocaron ovaciones y pusieron a vibrar cada rincón del teatro.
Buena Vista Social Club - Foto por: Teresa Orriola
La conexión cultural entre las dos islas hermanas se sintió profundamente gracias a sutiles pero poderosas fusiones de bolero con plena que hicieron palpitar los corazones boricuas con orgullo y emoción.
Bajo la dirección musical de Demetrio Muñiz, el talento en escena brilló con fuerza. Destacaron Carlos Núñez en el laud cubano, Emilio Suárez en la voz, Luis Chavez Piloto y Thommy García Rojas en la trompeta, Lino Piquero Bueno en el contrabajo, Calixto Oviedo en la batería, Amanda Gaviria como cantante invitada, Rubén Cabán y Julián Garvayo Pérez en los trombones, José Espinoza en los timbales y Sergio Fernández completando esta orquesta de excelencia.
“Una Noche en La Habana” dejó una huella imborrable en el corazón del público puertorriqueño. Fue un viaje musical y emocional que nos recordó que, a través de la música, las fronteras desaparecen y el alma caribeña se une en una misma canción.
La producción de Agustin Rosario y las Relaciones Públicas a cargo de Odalies David
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