Compartir una habitación puede ser un salvavidas económico para habitantes en Puerto Rico

Airbnb
  • Cerca del 60% de los anfitriones encuestados afirmó que esta actividad los ha ayudado a pagar comida u otros artículos que se han vuelto más caros.

San Juan, Puerto Rico, – Airbnb compartió nuevos datos sobre la actividad en Puerto Rico, que reflejan el beneficio de compartir espacios en la plataforma tanto para la economía familiar de los Anfitriones y las comunidades locales. 

Estos datos se complementan con una encuesta realizada a Anfitriones donde expresaron que esta actividad se ha convertido en un salvavidas económico para muchos de ellos y sus familias. Esto resulta fundamental para entender el impacto positivo que tiene esta actividad en las comunidades locales y la importancia que supone poder viajar o ser Anfitrión en Airbnb para muchos boricuas. 

Ser Anfitrión: Salvavidas económico para familias boricuas

El incremento del costo de vida es una de las principales razones por las que más boricuas deciden compartir sus hogares y convertirse en Anfitriones en la isla:

  • Cerca del 70% de los Anfitriones aseguró que ser Anfitrión en la plataforma no es su actividad principal, ya que la mayoría tiene una profesión o trabaja en un sector diferente. 
  • Cerca del 60% afirmó que esta actividad los ha ayudado a pagar comida u otros artículos que se han vuelto más caros.
  • Mientras, el 50% dijo que compartir un espacio en la plataforma los ayudó a conservar su hogar. 
  • Además, cerca del 50% de los Anfitriones se identificaron como mujeres 
  • Finalmente, el 19% declararon ser personas retiradas. 

Las habitaciones, una modalidad al alza

La popularidad de las habitaciones privadas (una opción de estancia que puede ser más económica disponible en Airbnb) también ha crecido en Puerto Rico: 

  • En Puerto Rico las noches reservadas en habitaciones privadas crecieron aproximadamente un 40 por ciento.
  • Por su parte, compartir una habitación puede ofrecer beneficios importantes tanto para los viajeros como para los Anfitriones:
    • Ser Anfitrión puede representar un salvavidas económico para muchos ya que el Anfitrión promedio de habitaciones privadas ha obtenido ingresos extra, por ejemplo, el año pasado en Puerto Rico, los Anfitriones de habitaciones privadas obtuvieron en conjunto un total de más de $9.2 Millones USD , mientras que un Anfitrión promedio de una habitación privada obtuvo más de $4,200 USD.
    • Las habitaciones privadas son una opción única para visitar ciudades y quedarse con una persona local le da la oportunidad a los huéspedes de explorar nuevos lugares como los lugareños. 
    • En el primer trimestre de 2023 más del 80% de las reseñas en habitaciones privadas en Puerto Rico recibieron una valoración de 5 estrellas, la más alta en la plataforma.

Derrame económico y turismo responsable en beneficio de las comunidades locales

  • Los Anfitriones en Airbnb ayudan a extender los beneficios del turismo a más familias y negocios locales al dar recomendaciones a sus huéspedes:
    • El 31% de los Anfitriones recomiendan comercios locales a los huéspedes como restaurantes y cafés
    • El 17% recomienda tiendas o boutiques
    • El 28% recomienda actividades al aire libre
    • Y el 22% recomienda sitios poco conocidos entre los turistas

Estas recomendaciones que hacen los Anfitriones tienen un impacto positivo en la comunidad ya que los gastos de los huéspedes van más allá del alojamiento. Los huéspedes visitan e invierten en negocios y comercios locales lo cual ayuda a la derrama económica dentro de la isla. 

Boricuas orgullosos de compartir sus espacios

“Nuestra casa es distinta”, compartió Irving Rodríguez, quien junto con Roberto Casanova comparte un chalet en San Germán. “Nos alegra mucho cuando un huésped repite la visita. Hay excelentes restaurantes, tiendas, ríos, montañas, playas y más actividades culturales cerca que les recomendamos. Así mantenemos activa nuestra aportación a los demás negocios dentro del vecindario, el pueblo y la zona”, explicó. 

Mientras, Madelyn Heredia y Jesús Alcaráz disfrutan de recibir personas de diversos países en su finca en Utuado, que con mucho esfuerzo reconstruyeron luego del huracán María.  “A mí me encanta hablar y enseñar a los demás lo que hago”, comentó Madelyn sobre las distintas personas de todo el mundo que ahora visitan su finca. “Han venido desde México hasta Afganistán”, añadió. 

“Ha sido un salvavidas”, explicó por su parte Evelyn Vega, quien ayudó a su madre a compartir la casa que tienen en Ponce a través de  la plataforma de Airbnb. Como la primera habitación se movió muy bien, continuaron con las demás.

Finalmente, mencionó que le genera satisfacción descubrir que gracias a la plataforma ciudades como Ponce tienen mejor visibilidad.