Como todo lo que hay en el Viejo San Juan, donde se confabula la magia, la belleza y la historia, la Casa Blanca se convierte en un lugar que es obligado visitar. Ubicada al final de la calle San Sebastián, esta preciada joya arquitectónica, debe ser conocida por todos. Caminar por este monumento histórico resume un viaje en el tiempo al ver sus jardines y disfrutar de la vista hacia la bahía.
Esta mansión construida en el 1521, albergó a los descendientes de Juan Ponce de León, primer gobernador español de la Isla y fundador de la ciudad capital. Ya que el conquistador nunca la pudo disfrutar pues murió en su expedición hacia el estado de la Florida en Estados Unidos. Luego perteneció a autoridades militares de España y mucho tiempo después a la milicia de los Estados Unidos, que la convirtieron en su propia residencia.
Foto por: Teresa Orriola
La casa tiene una historia impresionante, digna de ser conocida por todos los habitantes y visitantes del Viejo San Juan. Como fortaleza sirvió de refugio contra los Taínos, pobladores de la isla. Construida en madera, un fuego la destruye permitiendo que fuera reconstruida en piedra. Está considerada como la casa más antigua de este hemisferio. Hoy día está convertida en un museo que contiene la esencia de sus primeros habitantes, con objetos propios de los siglos16, 17 y 18 con sus habitaciones decoradas según el estilo de cada período.
Foto por: Teresa Orriola 
Foto por: Teresa Orriola
La Casa Blanca es una estructura, casa, mansión, museo que se ha ido transformando con el paso del tiempo para preservar su historia, con un caudal de información que puede ser recibida si es visitada personalmente para disfrutar con esa mirada al ayer de este patrimonio nacional de Puerto Rico.
Foto por: Teresa Orriola 
Foto por: Teresa Orriola