“¡Fortalecidos por el Espíritu Santo, llevamos Su Palabra a cada rincón de Puerto Rico!”

*Hechos 1:8*

El Espíritu Santo es nuestra fuente de fortaleza en momentos de debilidad y desafío. En Hechos 1:8, se nos promete que “recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”. Este poder nos capacita para ser testigos valientes de Cristo, transformando nuestras vidas y las de quienes nos rodean.

Cuando enfrentamos dificultades, Romanos 8:26 nos recuerda que “el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad”. A veces, no sabemos cómo orar, pero el Espíritu intercede por nosotros con “gemidos indecibles”, llenando nuestros corazones de paz y esperanza.

Además, en 2 Timoteo 1:7, encontramos que “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”. Esta promesa nos motiva a vivir con valentía y amor, reflejando el carácter de Cristo en nuestras acciones.

En resumen, al pedirle al Espíritu Santo que nos dirija, encontramos la fuerza necesaria para superar cualquier obstáculo y vivir en la abundancia de Su amor y gracia. Abramos nuestros corazones y confiemos en Su guía cada día, permitiendo que Su poder transforme nuestras vidas y nos impulse a cumplir Su propósito. ¡Amén!

Be the first to comment

Leave a Reply

Your email address will not be published.


*